I. México
Los últimos días se ha debatido acerca de los alcances y la relación entre de la libertad de expresión y la libertad de creencias. El debate en México se ha centrado en el discurso pronunciado por el Pdte. Calderón en el Encuentro de Familias Católicas. Calderón acudió en su calidad de Presidente de la República, pero su discurso no fue en este tono, pues claramente abrazó la fe católica -"Mi patrono San Felipe de Jesús"- y su sistema de valores -"La familia tradicional católica"- discriminando a otras familias y rompiendo el principio constitucional de la separación del Estado y la Iglesia.
"En México más de cinco millones de familias están encabezadas por la madre, por una mujer. También presenciamos cada vez más que, de acuerdo con la legislación civil, la práctica de divorcio propicia que muchas familias vivan un proceso de desintegración y de reintegración, en ocasiones hacia nuevos núcleos familiares.
Este fenómeno es real y, aunque preocupante, es fundamental afrontarlo desde la perspectiva de los valores. Esta situación a lo que debe impulsarnos es a fortalecer, y fortalecer más que nunca, lazos familiares fundados en valores, sustentados en la confianza, en la lealtad, en el respeto recíproco, en la sinceridad y, sobre todo, en el amor.
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Ahora bien, que el hecho de que estos fenómenos ocurran y ocurran cada vez más, no debe llevarnos ni a ignorarlos y menos a dejar en el desamparo a quienes viven en esta situación.
Las personas tenemos el deber de incorporar y de respaldar a quienes forman parte de una familia integrada por una madre soltera y su hija o hijo, o bien por un nuevo matrimonio o, particularmente, de quienes en los suburbios de las ciudades o en los pueblos que sufren la migración en nuestro país carecen de la presencia cotidiana de sus padres o de sus hijos.
Tenemos que encontrar la manera de apoyar a quienes por diversas razones no forman parte de un núcleo familiar tradicional.
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Vale la pena señalar, amigos, que la proliferación de individuos que hacen de la violencia, del miedo, del crimen y del odio su forma de vida coincide, por desgracia, en una gran medida, con la fragmentación y la disfuncionalidad que afectaron su entorno familiar."
El discurso de Calderón ha despertado muchos comentarios, hay quienes defienden su derecho a profesar una religión y hay quienes defienden el Estado laico. Hay quienes le dan la razón y hay quienes tachan su discurso de discriminador. La realidad es que en México urge definir la separación del Estado y la Iglesia.
Personalmente me parece ofensivo lo que dice. Pero no nos dejemos llevar por el argumento sentimental:
La critica contra el Presidente Calderón no va contra sus convicciones privadas, ni contra el ejercicio de su fe. No se critica su presencia como tal en el Encuentro. En México, como en cualquier otra democracia que aprecia los valores liberales, se debe siempre respetar la libertad de creer. Sin embargo, existe la otra cara de la moneda.
Ya el filósofo Berlin explicó en sus dos conceptos de libertad, la existencia de la libertad negativa: la ausencia de límites o interferencia de la acción. La ecuación sería entre más libertad negativa hay menos límites y barreras hay para la acción.
Sin embargo, cuando se trata del establecimiento o avance de una religión por parte del Estado, la Constitución es clara y México es un Estado laico. Laico quiere decir que el Estado no acoge ninguna religión y que no debe apoyar a ninguna en especial. Efectivamente la relación negativa del Estado con las iglesias es igual de limitante a la libertad en ambos sentidos que una relación positiva. Lo que se espera del Estado es que como con los individuos, sea equitativo, no discrimine a ninguna religión pero tampoco favorezca a una. La libertad religiosa implica pues la igualdad de éstas ante el Estado.
El reclamo que "el talibanismo laico" hace contra Calderón es el de avanzar desde una posición gubernamental los valores de una sóla religión y restringir a todos aquellos que no participamos de los sistemas de creencias cristianos.
Un Presidente que en ejercicio de sus facultades y en representación del pueblo mexicano acoge un sólo sistema de creencias, viola la Constitución y discrimina todos los demás sistemas de creencias. Se convierte en Presidente de los católicos.
Eso además, de la discriminación de las familias "no tradicionales" al indicar que de ellas "nacen los delincuentes y los asociales".
La Suprema Corte de los Estados Unidos utiliza el llamado "Lemon Test" para verificar si un acto de gobierno viola la separación del Estado y la Iglesia: a) El acto debe tener un propósito secular, b) su efecto primario no debe ni avanzar la religión ni inhibirla, y c) no debe mezclarse de manera excesiva con la religión.
El discurso del Presidente no pasaría el Test.
El valor del pluralismo democrático (como proceso) respecto de las creencias religiosas es el de posibilitar el debate de los diferentes puntos de vista, los religiosos y los no religiosos. Pero el Estado siempre debe ser neutral. Y el Presidente Calderón no lo fue en su discurso.
Finalmente, en estos días se discute la existencia de anuncios ateos en autobuses en Espana e Italia, "dios no existe, vive la vida". Los obispos consideran esto un acto de blasfemia además de atentar contra la libertad de creencias... son ellos talibanes del estado religioso?
Al final de cuentas, los "talibanes del laicismo" buscamos la igualdad en el ejercicio de la libertad de creencias. El día que tengamos un Presidente que diga que dios no existe o que la religión verdadera es el Islam, quiero ver qué dirán quienes nos dicen hoy talibanes...
En la sección Tribuna de El País se publica un artículo de José María Lasalle que habla sobre el liberalismo de Isaiah Berlin, pero vale la pena citar aquí este párrafo:
"Para Berlin, la libertad es básicamente una mirada interrogativa hacia el otro, el que no piensa igual. Una mirada interrogativa con la que desbaratar la ortodoxia de quienes creen poseer conocimientos y principios infalibles a los que habría que someterse con la camisa de fuerza de una devoción quijotesca. Por ello no dudó en defender la heterodoxia y la empatía como instrumentos de una acción intelectual encaminada a desentrañar las claves sobre las que descansa la huidiza verdad y los esquivos principios que cimientan una convivencia pacífica y civilizada."
II. Europa
Durante las últimas semanas se ha debatido también la pertinencia de anuncios en autobuses (Italia, España, Gran Bretaña) promovidos por grupos ateos. En este Blog ya habíamos comentado acerca de estos anuncios y mi opinión en contra del proselitismo ateo. La discusión ha girado en torno a la libertad (positiva) de los ateos de hacer propaganda de sus creencias y la libertad (negativa) de los creyentes.
III. España
En España, además del debate en torno a los anuncios en autobuses, se debate en torno a la asignatura de educación para la ciudadanía (EpC). Se trata de una asignatura parecida o equivalente a nuestra asignatura de civismo en donde en las escuelas públicas se enseñan valores democráticos, consagrados en la Constitución Española. Durante el Gobierno de Zapatero se han realizado muchas reformas en torno a las relaciones del Estado y la Iglesia y se han definido derechos que van en contra de los valores que la religión católica profesa, como lo son el derecho al aborto, el matrmonio homosexual y el derecho a recibir una educación laica en las escuelas públicas. Ésto último llevó a desaparecer las clases de religión y a establecer, en cambio, de manera obligatoria, clases de educación cívica o de EpC en bachillerato. En la asignatura de EpC se enseñan (ver abajo documento) valores como la democracia y el pluralismo, los derechos humanos y la tolerancia ante lo diferente, la no discriminación, la igualdad entre hombre y mujer, en fin, valores consagrados en la Constitución Española.
Esa asignatura ha enojado a algunos padres de familia por considerarla contraria a sus creencias y valores, pues dicen, se enseña que hay matrimonios homosexuales y que existe un derecho al aborto y eso atenta contra la fe que intentan inculcarle a sus hijos. De manera que los padres de familia decidieron hacer un boycot: los hijos dejaron de asistir a los cursos y se apeló al sistema judicial, con fundamento en la objeción de conciencia. Antier el Tribunal Supremo anunció su decisión. Lo que sigue son fragmentos de varias notas de el periódico El País, abajo los links.
"El Pleno de la Sala de lo Contencioso acordó por 22 votos frente a 7 rechazar la objeción de conciencia a la asignatura de Educación para la Ciudadanía, al entender que no vulnera el derecho de los padres a que sus hijos reciban la formación religiosa y moral de acuerdo con sus propias convicciones, (artículo 27.3 de la Constitución), ni el derecho a la libertad ideológica y religiosa del artículo 16. La sentencia dejará claro, según fuentes del Supremo, que la asignatura hay que cursarla en todo caso, puesto que el alto tribunal no ha apreciado que haya "adoctrinamiento" al examinar las leyes educativas y ponerlas en relación con la doctrina del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
A la espera de los argumentos que contendrá la sentencia, el comunicado de los magistrados tras la deliberación avanza, en cualquier caso, que las normas que desarrollan la asignatura y que han sido objeto del recurso "no alcanzan a lesionar el derecho fundamental de los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones".
Pero los padres que se declaran objetores (50.000 según sus propias cuentas, unos 7.000 que les toque estudiar Ciudadanía este año, según las cifras de los Gobiernos autonómicos) no dan la batalla por perdida. Guillermo, el padre de un chico de 14 años que estudia en un instituto público del Puerto de Santamaría (Cádiz), lo tenía claro ayer. "Mi hijo no asistirá hasta que yo lea la sentencia del Supremo", aseguró este padre gaditano, que cuenta con respaldo judicial para que su hijo falte a Ciudadanía. "De momento, mañana [por hoy] no entrarán en clase, y el lunes ya veremos", dijo Ana Lomas, de la asociación La Rioja Educa en Libertad. Joaquín Polo, de Barbastro (Huesca) cuya hija no está entrando en clase amparada por un juzgado de primera instancia, dice no volverá a clase hasta que un tribunal no revoque el permiso para faltar.
Los insumisos insisten en que la decisión del miércoles del Supremo no implica al resto y, en cualquier caso, irán hasta el final con cada uno de los recursos pendientes, es decir, hasta el Supremo, después al Constitucional y al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, aún cuando es muy posible que el resultado sea el mismo que ha marcado la sentencia del Alto Tribunal. Y aunque pierdan cada uno de los procesos, muchos seguirán peleando. "Atenderemos antes a nuestra conciencia que a ninguna ley", dijo José Sanz, de la Plataforma Padres por la Libertad, de Valladolid."
Lo peor del asunto, es que el Partido Popular (el de José María Aznar) apoyó a los padres de familia en este asunto y "sufrió ayer un tremendo varapalo a la tesis central en la que se había instalado la cúpula del partido, con Mariano Rajoy a la cabeza, esto es, la defensa a ultranza del derecho a la objeción de conciencia contra Edudación para la Ciudadanía."
Contenido de la asignatura Educación para la Ciudadanía
DOCUMENTO (PDF - 161,3Kb) - 21-06-2007
Enlaces a las notas de El País aquí, aquí, aquí, aquí
ANÁLISIS:
¿Quién vigila el contenido? SUSANA PÉREZ DE PABLOS
Cobardía política JAVIER PÉREZ ROYO
Autobuses doctrinarios y EpC FERNANDO VALLESPÍN
En el IHT se publicó hoy esta nota.
Concuerdo con la opinión de Vallespín "De no haber sido así, el alto tribunal hubiera tenido que justificar que los principios, derechos y valores fundamentales reconocidos en nuestra Constitución no vinculan a determinados ciudadanos. Se podrá alegar que aquello contra lo que se objeta no son estos valores, sino la forma torticera a través de la cual se presentan en algunos manuales, o la capacidad adoctrinadora que, en una dirección o en otra, puedan tener determinados docentes. Pero esto, la forma concreta en la que eventualmente puede ser aplicada, no invalida la cuestión de principio, la necesidad de que los alumnos conozcan dichos valores, sepan operar críticamente con ellos, y se acerquen al funcionamiento del entramado institucional de la Constitución."
Y ya había manifestado mi desacuerdo con el proselitismo ateo, por lo que también concuerdo con este autor cuando dice "Soy contrario al "ateísmo doctrinario" que hoy tiende a florecer, porque, por definición, el ateísmo debería alejarse de todo proselitismo para no convertirse en una doctrina más."
Pero en este párrafo Vallespín da en el clavo de lo que me parece el fondo del asunto, en los tres ejemplos aquí mencionados:
"Parece, sin embargo, que lo que preocupa a quienes fomentaron la objeción no es ya sólo la asignatura de marras, sino la misma existencia de una moral pública por encima de su propia moralidad privada. Tienen una gran dificultad en interiorizar algo que es el abecé de las democracias contemporáneas, la neutralidad del Estado respecto a las diferentes concepciones del bien. "
Vale la pena también darse una vuelta por el Blog de Jesús Silva Herzog Márquez quien ha publicado varias entradas sobre el tema, y la más reciente sobre la tolerancia y el derecho a ofender.
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