martes, 28 de abril de 2009

México Mágico (Desinformado y Estúpido)

Ya no sé que está peor, si las leyendas en México o las leyendas sobre México. No sé que leer ni qué creer. Me pregunto por qué no hay información concisa, oportuna, veraz y sobre todo concentrada en una sola voz...

Para muestra basta un botón, Enfoque de Monitor:


RICARDO ROCHA
¿Por qué México? ¿Es verdad que expertos en inmunología alertaron a tiempo y nadie hizo caso? ¿Acaso no hay responsabilidad oficial alguna? Por lo pronto, el asesino invisible sigue matando mexicanos en porciones crecientes de territorio. Y no hay quien pueda detenerlo. Una cuarta plaga, después de las crisis financiera, económica y social que todavía estamos padeciendo. Una prueba de fuego para nuestros gobiernos. Una epidemia de efectos devastadores, sobre todo para los más pobres. Y es que este país, desde hace tiempo, está muy enfermo.

CARLOS MARÍN
Cunde la versión de que la emergencia epidemiológica responde a una estrategia electoral del panato en el poder. Quienes propalan tal estupidez eluden explicar por qué los gobiernos locales perredistas y priistas le hacen el juego al supuesto cuento, o las razones que tendrán la Organización Mundial de la Salud, la Cruz Roja Internacional, el Banco Mundial y los gobiernos de varias naciones para apuntalar la mentira. La descocada versión es cacareada inclusive en el ámbito legislativo por seguidores de El Peje.

TRASCENDIÓ (Milenio)
Que hay de prioridades a prioridades. La de Gerardo Fernández Noroña parece seguir siendo el protagonismo con base en puntadas. Hoy reaparecerá para clausurar simbólicamente la Secretaría de Salud, ya que, según él, la dependencia ha hecho un “manejo por demás oscuro e irresponsable” de la crisis de la influenza, lo que “ha generalizado el pánico entre la población con una supuesta pandemia, que las autoridades mundiales de salud no han visto”. ¡Órale! ¿No habrá alguien que asesore a Gerardo?

CIRO GÓMEZ LEYVA
¿Qué está pasando, qué tan grave es, frente a qué estamos? Son preguntas que con razón hace la gente. Tapabocas, restricciones, clases suspendidas, una inusual secuencia de conferencias de prensa, comercios cerrados, estadios vacíos, rumores infinitos. Entre marzo y el mediodía de ayer se registraban mil 614 casos, lo que indicaba que la crisis de influenza se desató, fue ubicada, comprendida y, en principio, mitigada con considerable rapidez. Ahora, dicen las autoridades, hay que terminar de aplacarla, evitar que se transforme en otra cosa. De ahí la dictadura sanitaria: carísima en recursos materiales, perversa en su secuela económica, cruel con la imagen del país. Pero no quedaba de otra.

MARCELA GÓMEZ ZALCE
Bien reza el clásico verde olivo que nunca falla: Orden dada no supervisada, se la lleva la chingada. Y ante la peligrosa crisis sanitaria no faltan los que hacen su agosto en hospitales en distintas partes del país jugando con (fuego) la salud de los mexicanos… donde muchos están ubicados en esos márgenes de pobreza y miseria. Quizá con este infame ejemplo se entienda el por qué de algunas cifras de decesos y las no tan extrañas causas sobre la ampliación del foco infeccioso.

LEO ZUCKERMANN
¿Por qué sí se mueren en México? En EU los médicos viven aterrados. Si se equivocan, el paciente puede demandarlos y ganarles una barbaridad de dinero. Mientras que en México se han muerto más de 100 personas por la epidemia de influenza porcina, de la veintena de casos que han aparecido en Estados Unidos no ha habido ninguna fatalidad. En este momento todavía no existe una explicación científica de esta disparidad. Sospecho, sin embargo, que en México sólo llegan al doctor, y en última instancia al hospital, los casos más serios: la gente que lleva mucho tiempo enferma y no responde a las medicinas que ya están tomando. En esta epidemia me puedo imaginar perfectamente que sólo van al médico aquellos enfermos que están en una etapa muy avanzada de la enfermedad. Y como las medicinas antivirales funcionan si se detecta la influenza en sus primeras etapas, pues muchos de estos pacientes acaban falleciendo.

RICARDO MONREAL ÁVILA
Frente a una amenaza sanitaria desconocida que puede causar estragos pandémicos, las autoridades optaron por una buena decisión política: más vale prevenir en exceso que esperar a lamentarse en extremo. Sin embargo, esta decisión política correcta ha generado un nuevo problema de salud social: temor, miedo e incertidumbre entre la población.

FRENTES POLÍTICOS (Excelsior)
Calma. Lo mejor será serenarse, la epidemia está aquí, y los muertos no se pueden ocultar. Que si primero 20 y ahora más de 150, son innegables. Pero creámosle a las autoridades, confiemos en sus decisiones. Por algo el secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, anunció el cierre de escuelas en todo el país de aquí al 6 de mayo. Esta situación no debe orillar a compras de pánico ni a posturas radicales o extremas. Relax: hay que seguir las recomendaciones. La vida sigue.

BAJO RESERVA (El Universal)
A más de 72 horas de haberse declarado la emergencia por la epidemia de influenza, hay un personaje ausente del que hasta el momento nadie da cuenta. Se trata del titular de la Sedesol, Ernesto Cordero. Han sido varios los secretarios que han anunciado medidas en sus respectivas carteras por el brote epidémico. Sin embargo, hasta anoche Cordero no había aparecido tampoco en la residencia oficial de Los Pinos, a donde se convocó a una reunión de evaluación. Corren versiones que al parecer apuntan a una enfermedad de las vías respiratorias. ¿Será?

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