lunes, 20 de abril de 2009

Votar o no votar, ese es el dilema


Existe una campaña ciudadana para llamar a la anulación del voto este 5 de julio por varias razones concretas, pero que podemos englobar en la frase "los políticos son un asco".

En México votar es una prerrogativa, es decir, un derecho que se nos reconoce como ciudadanos, para que lo usemos. No es obligatorio, como lo es en algunos países donde existen sanciones por no ir a votar sin justificación. En México podemos ir o no a cruzar nuestra boleta y tradicionalmente las elecciones intermedias son de una muy baja asistencia. En 2003 el porcentaje de abstención rondó el 59% y eso no era porque estuvieramos muy contentos con el Gobierno de Fox.
Hoy, gracias al deterioro de la confianza en la clase política muchos mexicanos están llamando a ir a votar pero anular el voto en señal de protesta contra los partidos políticos que representan sus intereses y no los nuestros. Anular el voto, dicen, representaría el hartazgo ciudadano y mostraría, con porcentajes, qué tanta confianza han perdido y qué tan hartos estamos los mexicanos de ver políticos cobrar grandes sueldos y hacer poco en las cámaras.
Ahora un par de conceptos: según el COFIPE se entiende por votación total emitida la suma de todos los votos depositados en las urnas. Pero, para la asignación de diputados de representación proporcional, se entenderá como votación nacional emitida la que resulte de deducir de la votación total emitida, los votos a favor partidos políticos que no hayan obtenido el dos por ciento y los votos nulos. Es decir, para determinar qué partidos ocupan los otros 200 escaños se quitan los votos nulos.
En el COFIPE se define qué se entiende por voto nulo: aquel expresado por un elector en una boleta que depositó en la urna, pero que no marcó un solo cuadro en el que se contenga el emblema de un partido político, el de una coalición o el de los emblemas de los partidos coaligados. Al cierre de la casilla, la mesa levantará un acta de escrutinio y cómputo para cada elección y en cada acta se asentará el número de votos nulos. Es decir, cada casilla tendrá anotado este dato, y a ese número es al que se apela para llamar la atención a los políticos.
Decir que hubo un alto porcentaje de votos nulos, equivale, dicen, a el porcentaje de descontento con los partidos políticos. Si el número de votos nulos supera al número de votos válidos, o es demasiado alto, entonces es clara la voluntad ciudadana: no los queremos.
Si, pero No. En un mundo ideal, los partidos políticos se sentirían obligados a legitimarse y harían "las cosas bien", pero en un mundo real, los partidos políticos interpretarán este porcentaje de votos nulos -o de abstencionismo en su caso- como mejor les parezca. Ya lo han hecho antes y no veo por qué no lo hagan ahora. AMLO hizo una consulta ciudadana para saber si querían los ciudadanos sus segundos pisos, ganó el abstencionismo y los segundos pisos allí están. En la elección de 2006 AMLO y FCH obtuvieron cada uno cerca de 15millones de votos, nada representativo respecto de un padrón de cerca de 72millones, sin embargo, uno y otro se pusieron sendos sacos de legitimidad, tanta que uno tomó las calles durante meses (y se autonombró presidente legítimo) y otro inició una guerra. El PRI tiene historia, el ejemplo más claro de esta inversión de la legitimidad es la elección de JLP. Por su parte el PAN no canta mal las rancheras, el mismo Presidente ha dicho que lo que no sea a su favor es en su contra y que la idea de que México va mal, proviene de una campaña de desprestigio.
Cómo reaccionarán los partidos ante un alto porcentaje de votos nulos? no sabemos, es puro wishful thinking creer que se sentirán aludidos o abrumados los legisladores con un porcentaje que en nada afecta su futuro en las cámaras. Atribuirán los altos porcentajes a muchas razones: los ganadores dirán que fueron complots y campañas de desprestigio. Los perdedores dirán que es la desconfianza en la clase política y quizá se instalan en diputados legítimos y despachan desde el zócalo. La realidad es que el sistema es perverso y los legisladores al no rendir cuentas, no tienen ningún incentivo en hacer bien su trabajo, además de que siendo sinceros 3 años no son suficientes para que nadie, ni el más moral de los políticos haga algo.
Ahora, hay ciudadanos que se sienten ángeles, dicen "asquerosos políticos" "me repugnan" "vómito" en fin, todos esos adjetivos que denotan nausa furibunda. Bueno, yo les digo, esos guacalosos son mexicanos como tú y como yo, no cayeron de la luna o de algún planeta maligno. Esa inmoralidad y falta de cultura político-jurídica es endémica, no la aprenden fuera.
Tampoco hay que jalarnos los pelos, hay políticos corruptos sí, hay políticos vomitivos, sí. Pero eso de que me repugna la clase política me parece también algo cursi y menso, como si quien lo dijera fuera "ciudadano de angelandia". No exageremos.
En su defensa diré que el sistema es el que no sirve, y ese es el gran pecado del "Gobierno del cambio" y del Gobierno de FCH. Uno por falta de iniciativa y otro por falta de legitimidad, los dos porque les ha sido más cómodo sentarse en la silla del PRI y aPRIarse y seguir sus modos y formas, metaconstitucionales y de costumbrismo político. Nada más dañino para México que eso. Porque para bien y para mal, el PAN no es el PRI.
El Sistema político-constitucional mexicano está basado en un partido oficial, y para poder desactivar todos esos incentivos perversos que hacen que los ciudadanos se vomiten con sus políticos es indispensable reformarlo. Después de todo los llamados de Porfirio Muñoz Ledo no eran equivocados: "refundar la República" suena como llamado de Ituribide, pero sí es necesario replantear el sistema para que funcione y rinda los frutos que los mexicanos exigimos.
Entonces sería, desde mi punto de vista, mucho más práctico y efectivo llamar ahora y comprometer a legisladores a replantear el sistema, a revisarlo. A redactar un nuevo COFIPE, a organizar un sistema de partidos acorde a una democracia constitucional. Si es posible a revisar integralmente la Constitución y replantear las relaciones entre el Legislativo y el Ejecutivo, permitir la reelección de legisladores, la rendición de cuentas, la responsabilidad de funcionarios, en fin. Es posible y de cara a las elecciones es un buen momento para que la sociedad civil organizada comprometa a sus representantes. Hay canales para hacerlo.
Entonces, anular el voto lo único que va a lograr es:
1) Disminuir la votación nacional emitida para efectos de la asignación de diputados de rep-prop y formar un bonchecito grandecito en las mesas de casilla de votos nulos.
2) Dar de qué platicar a los funcionarios de casilla y a los observadores de partidos durante el conteo.
3) Beneficiar a la "chiquillada" indirectamente, de acuerdo con la reciente reforma al COFIPE que establece que los votos de coaliciones se contarán por separado por lo que los llamados partidos pequeños deberán pasar, solos, la barrera del 5% Con ello permitirías que partidos que viven del financiamiento se queden cobrando dinero público, partidos irresponsables que tienen como fundamento la vida y proponen al pena de muerte.
4) Disminuir la legitimidad de los legisladores, en un tiempo en donde necesitamos un Congreso Federal fuerte y un federalismo fuerte, pues si se acuerdan, estamos en guerra y se supone que somos una democracia constitucional.
5) La que mas me asusta: Para quienes consideran que el PAN avanza limitando libertades fundamentales a nivel local y a nivel federal, anular el voto significa dejarles camino para continuar prohibiendo de manera absoluta el aborto (Baja California, Colima, Durango, Jalisco, Morelos, Puebla y Sonora), prohibiendo minifaldas, besos, espectáculos inmorales, etc. (y viceversa para quienes consideran que limitar libertades esta bien)
6) Para quienes consideran que algunos partidos acarrean votos, el voto nulo los ayuda a ganar.
En Conclusión:
Yo considero que la anulación del voto se presta a interpretación no es un dato duro y eso es lo peligroso. Los votos se cuentan y dan datos duros.
Es imposible saber si la gente anuló el voto a propósito y las razones porque lo anuló o si se equivocó a la hora de votar. Los que llaman a la anulación están esperando que los partidos políticos tomen la encuesta de votos nulos y que como oráculo les diga que es lo que la gente quiere.
Y como nadie razonable puede esperar que los partidos interpreten de manera certera lo que la gente piensa, y porque nadie sabrá de manera certera, a menos que entrevisten a cada votante O que exista una campanya visible a la cual atribuir el porcentaje de nulos, los políticos pueden interpretar el alto número de votos nulos como quieran, y como les favorezca y como Chávez en 2005 o AMLO con su consulta en 2003, o el PAN en 2009 podrá decir que es la campaña de desprestigio yanqui o que fué culpa de los adversarios, un compló o la mano que mece la cuna, la realidad es que los partidos políticos no se sentirán obligados a nada con un alto porcentaje de votos nulos.
Votar o Anular, ese es el dilema?
P.S. En el punto 3 digo barrera del 5% y lo correcto es del 2% como lo explico arriba con el concepto del COFIPE de la votación emitida.

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