miércoles, 26 de agosto de 2009

Inglorious Basterds



Ayer fui al cine a ver Inglorious Basterds, retacada la prensa alemana de reseñas, críticas, comentarios, pensamos que no podíamos perdernosla. Una cosa nos impidió irla a ver el fin de semana: en Alemania doblan todas las películas y no encontramos una en versión original, y ver Tarantino y sobre todo, una película gringa sobre nazis doblada al alemán resultaría algo rara, además de que perdería mucho.
Efectivamente, la película tiene que ser vista en idioma original, no sólo porque está hablada en tres idiomas, que son además importantísimos para la trama, sino porque los acentos de los personajes son básicos. Así el inglés de Tennessee de el Basterd mayor, Brad Pitt, quien está genial, el acento no alemán del agente secreto inglés, el acento en inglés de la actriz alemana, el acento italiano de Brad Pitt, en fin, es una película sobre idiomas y acentos, y cómo hablarlos y su pronunciación define a las personas.
Más de la mitad de la película está en alemán y francés, en inglés muy poco, solo los Basterds hablan inglés. Claro y el General inglés y Churchill (que está de lujo).
La película es genial, no soy crítica de cine ni sé de cine, pero me pareció excelente. Tarantino logra transmitirte en su farsa un sueño á la cómic sobre la Segunda Guerra. Las escenas de la película son extraídas de la mente loca de quien se esfuerza, una tarde echado en su cama, en pensar cómo habría sido la guerra de veras, y las imágenes de su mente son plasmadas como en un cómic. Es de por si fácil, si uno piensa que la propaganda nazi parece como de cómic.

Violenta como Tarantino, loca y sádica, te muestra el lado humano de todos los personajes: nazis, gringos e ingleses. Y con lado humano me refiero a los vicios y las virtudes, nazis que juegan adivinanzas y que son papás de bebés recién nacidos, estadounidenses asesinos e inconfiables, judíos sin piedad, nazis quemados vivos. Una chica linda capaz de un gran odio y un Hitler risueño y bobalicón con aires de super héroe, un Göbbels sentimental y tan sutil que raya en lo maricón, un coronel de la SS inplacable y políglota que te acaba cayendo bien y lo más fuerte, la carcajada de una audiencia con un tema tradicionalmente solemne. Roberto Begnini logró dulcificarlo y hacerlo cómico, desde el otro punto de vista, el suave del mundo infantil. Tarantino lo vuelve grotesco y lo lleva hasta la más alta expresión de lo irracional y lo humano, sí, de lo que somos también capaces los seres humanos.
Tarantino logra hacer que un cine alemán se carcajee en una película con un tema nazi que se burla de los alemanes, libera la tragedia y la lleva al extremo de la razón, la risa ante la violencia que provoca Trantino te muestra la irracionalidad de los actos humanos, que son, después de todo, humanos y no nazis. Noté en el cine, una gran liberación. Risotadas por la burla de la alemanidad-nazi-irracional llevada a lo más extremo, "esos fueron, no nosotros."
En algún lugar leí que una reseña decía que Inglorious Basterds sería la cortina que cierra la época de películas sobre temas de la época del nacionalsocialismo, después de verla me queda claro por qué se dijo eso. Todas las anteriores quedan en el ridículo. La Segunda Guerra Mundial fué así, fué loca, irracional, sádica, llena de muertos y de indignaciones, llena de seres humanos llevados al límite. Y al final, casi al final, Tarantino nos regala lo que debería de haber pasado, invierte la muerte real y nos regala un horno nazi. Simplemente genial.

El gringísimo Aldo Raine (Pitt) está genial, pero es el coronel Hans Landa (Watz), quien se lleva la película. La gran mayoría del reparto es alemán, leí en una entrevista a Tarantino por la revista alemana Cicero que el guión fué muy bien recebido aquí y que el comentario general fué, nosotros (alemanes) jamas podríamos proponer hacer una película como esa. La crítica alemana la ha recibido muy bien y ha tenido muy buenos comentarios.
Leí, creo que fue en el Time, una declaración de Brad Pitt sobre la peli de Tom Cruise de Stauffenberg, y dijo que esa no era una película sobre la guerra, cuando salí del cine anoche, y pensé en la peli de Cruise, me reí. Si te gusta Trantino, no te la pierdas.

Aquí una crítica más seria: http://www.city-journal.org/2009/bc0825sk.html

" Imagine a filmmaker who can trivialize Nazi crimes against humanity, make the Jews the brutal ones, evoke laughs from horror, and create a finale in which the German High Command, from you on down, are locked into a film house. Cinema Paradiso turns into Cinema Inferno when it’s set aflame, thus reversing the image of the death-camp ovens. "

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