miércoles, 9 de septiembre de 2009

1,2,3, Llamando...Legisladores!!


Ayer el chipote Carstens decidió romperle la cara a la clase media mexicana, y no es que estemos en contra de que se combata a la pobreza. La cuestión es que en el maniqueo mundo del Gobierno Federal solo hay blanco y negro. En el caso hacendario, sólo hay ricos y pobres, dice Carstens, el que más consuma, más paga. Bien, la cuestión es que a ese 11% del PIB que pagamos impuestos se nos exige demasiado. Los impuestos que se proponen harán que personas que ganan por honorarios o que tienen sueldos medios, paguen altísimos impuestos, por lo que textualmente vivirán para pagar impuestos y olvidarse de salir de vacaciones o salir a comer o cenar, porque con los impuestos a cervezas y bebidas, además del 2% al consumo, saldrá carísimo. Ya ni digo qué sucederá con el 3% a los depósitos de 15mil pesos, conozco mucha gente que prefiere guardar el dinero bajo el colchón, que pagar impuestos sobre su sueldo, además de ISR, IETUS y comisiones bancarias, lo que genera secuestros express claro está.
El impuesto sobre telefonía e internet es criminal, si de por sí México está atrasadísimo en cuestiones de telecomunicaciones, ahora pagar 3 y 4% por esos servicios es una mordida enorme, estudiantes y profesionistas se verán muy afectados.
En fin, la reforma olvida que la vida no es tan maniquea: ricos y pobres, hay clase media y si el Gobierno quiere ayudar a los pobres, debería de dejar de producirlos con sus impuestos. Que además no se traducen en mejores servicios, pues ya no hay. Se traducen en sueldazos de funcionarios de los tres poderes.
Otra cosa que no entiendo es, cómo el 2% al consumo de todo va a ayudar a los pobres, vaya comprendo que la recaudación sea utilizada para los programas de combate a la pobreza. La cuestión es, qué no se regresa cuando esos pobres consuman? o qué, no consumen? Si es a TODO, alimentos y medicinas!


Esta opinión de una lectora de El Semanario muestra lo que sucede:
"Soy profesionista independiente desde hace tres años y puedo decir que gracias al IETU prácticamente dejo de serlo. Las reducidas ganancias que tengo al mes se van en este impuesto. Además, por mi tipo de profesión prácticamente no puedo deducir IVA. Vivo para pagar la renta, comer y pagar impuestos. No tengo seguridad social ni posibilidad de acceder a un crédito de vivienda porque ni siquiera me da para pagar esas cuotas. Entrar a una empresa en mi área de trabajo, por otro lado, se antoja complicadísimo. Quizá lo que más molesta es que los impuestos que me obligan a pagar sirven para pagar las comidas de los magistrados en restaurantes lujosos y los infames sueldos de los burócratas. Eso, cuando no desaparece a causa de la corrupción."

Y es que todos tenemos historias como esa.


Legisladores, llamen a su Pepe Grillo interno, caray!
Nota de REFORMA

Ciudad de México (9 septiembre 2009).- El programa económico para 2010 propuesto ayer por el Gobierno tendrá un alto costo para los consumidores, quienes deberán sacar de sus bolsillos 175 mil 700 millones de pesos adicionales el próximo año.

En su propuesta de modificaciones fiscales, el Gobierno solicita al Congreso aprobar un nuevo impuesto general a las ventas de 2 por ciento, que incluye alimentos y medicinas, afirmó Agustín Carstens, Secretario de Hacienda.

La justificación de este gravamen es que permitirá incrementar los recursos para el combate a la pobreza; de su recaudación total, se destinarán 25 mil millones al programa Oportunidades.

El Gobierno estima que sólo por este nuevo tributo se generen 70 mil millones de pesos.

Un nuevo impuesto propuesto por el Gobierno federal será de 4 por ciento a los servicios de telecomunicación, como son telefonía celular, teléfono fijo, televisión restringida e internet.

Lo anterior implica que cada uno de estos servicios tendrá que pagar un 6 por ciento adicional de gravamen, 2 por el impuesto contra la pobreza y 4 por el de telecomunicaciones.

Quedan exentos de este impuesto la telefonía pública y la rural, así como el servicio de interconexión.

Para algunos impuestos que ya existen, Carstens detalló que se están solicitando al Congreso diversos incrementos.

En el caso del Impuesto a Depósitos en Efectivo (IDE), se pretende subir la tasa de 2 a 3 por ciento y empezar a aplicarlo en depósitos de 15 mil pesos o más y no de 25 mil en adelante, como sucede actualmente.

También pide aumentar el Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS) a cervezas, cigarros y bebidas alcohólicas.

En materia de precios públicos, como los de las gasolinas, se plantea iniciar su desliz nuevamente a partir de enero.

Por lo que hace al Impuesto sobre la Renta (ISR) para las empresas, pasaría de 28 a 30 por ciento. Ese mismo incremento será para las tasas máximas que pagan las personas físicas.

"Este ajuste no tiene un impacto en la carga fiscal de las personas físicas que obtienen ingresos hasta por 6 mil 663 pesos mensuales, equivalentes a cuatro salarios mínimos", detalló el Secretario de Hacienda.

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