Seguro que gracias a una hora sin luz, hoy el mundo es mejor...
Apagar la luz entre las 20.30 y las 21.30 tiene el mismo efecto que la confesión católica: purificar la conciencia para volver a pecar con placer, y mientras apagamos nuestras luces durante una hora, las bolsas de plástico siguen allí tiradas, las colillas flotando en el lago, los animales siguen en peligro de extinción, los polos derritiéndose, la tierra calentándose, las fábricas y los autos contaminando,...
Y tú, te confesaste anoche? Cuántos aves maría te tocó rezar durante el blackout?
domingo, 29 de marzo de 2009
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