Me topé con una curiosa nota en el IHT que me deja pensando cómo es que en occidente se dan las cosas por un hecho. Se aplican los paradigmas cotidianos a otras culturas sin darnos cuenta que cosas tan simples como el fin de semana no son vividas de igual forma en todas las culturas.
Resulta que en Surcorea hasta hace poco no existía la semana laboral de 5 días. Desde 2004 el gobierno ha impulsado este cambio y para 2011 todas las empresas deberán tener semana de 5 días.
Con ello los surcoreanos han descubierto el tiempo libre que un fin de semana proporciona. En la nota mencionan el viaje corto y el brunch dominical. El viaje corto ha impulsado a las pensiones e "inns" y los surcoreanos están descubriendo su propio país. El turismo local ha incrementado considerablemente.
Pero el punto fuerte viene en el Brunch. Para los Surcoreanos ir a comer a medio día del domingo la comida grasosa de occidente tiene algo de encantador. Comer unos hot cakes con tocino, mantequilla y mucha miel de maple es chic, neoyorquino, muy a la Carrie Bradshaw de The Sex and the City. O quizá también algo parisino, que recuerda aquellas fotografías blanco y negro a la Robert Doisneau de hombres y mujeres en los locales abiertos con un croissant con cafe o´lait. Pasar horas conversando de nada con los amigos o la familia o simplemente sacar tu libro o el periódico y entre bagel y capuccino pasar las páginas en un domingo soleado.
Para la juventud surcoreana esto resulta encantador. El boom de restaurantes que ofrecen Brunchs en Seúl es impresionante, pero aún así no se dan a basto. Hay que hacer reservación para ir a comer Salchichas con huevos revueltos.
Podríamos comparar las filas de espera en los locales de Seúl que venden bagels y hot cakes con las de los restaurantes de comida coreana en Nueva York. El chiste es la novedad, lo exótico. Y quién se hubiera imaginado que la comida casera resultara exótica y chic en la península coreana.
Para los adultos mayores esto no tiene ningún encanto, acostumbrados a trabajar inclusive los domingos, los abuelitos seulenses se molestan por la tardanza del servicio y seguramente deben hacer corajes con la "mala comida", esto no sabe bien o simplemente observan el plato de waffles con salchichas con cara de "de verdad quieres que yo me coma esto?".
En definitiva, el Brunch Surcoreano (así como nuestro encanto por el Kimchi y el Sushi) es producto de la globalización, pero mucho más de la mercadotecnia y la influencia "cultural" de la televisión norteamericana.
Pero mas allá de la comida, esto implica toda una tradición "brunchera" que atrae la creación de nuevos servicios y nuevas costumbres.
Como por ejemplo el periódico dominical con suplementos culturales y literarios, sociales, de turismo o deportivos que se convierten en la lectura del brunch. Quien no quiera leer, puede pasar un domingo soleado, con una conversación amable entre amigos o familiares. El brunch en soledad es más europeo. En el continente americano sentarse solo en la mesa quiere decir: desadaptado social. En Europa esto es más un encanto del intelectual, bohemio o estudiante.
No se puede ir vestido de traje o etiqueta a un brunch, la vestimenta debe ser casual, dominical, cómoda, pero no fachosa. Uno no puede aparecerse en la mesa del brunch en pants sin haberse duchado, no. La idea de "aparecerse" al medio día del domingo es estar frescos, bonitos, bañados, por eso es a medio día y no temprano, para darnos tiempo de tomarnos la mañana despacio, con calma.
El domingo por definición es soleado, amable y despacio. De forma que es el día perfecto para no hacer nada, o hacer lo que más nos gusta a las personas normales, comer, beber, conversar, estar y disfrutar. Porque hay anormales que no les gusta comer, ni beber nada, no les gusta disfrutar y con ello solamente son, como la piedra del camino.
Gracias al brunch las mujeres coreanas se liberan de cocinar y pasan un domingo emancipado acompañadas con un jugo de naranja fresco.
Sinceramente, quién puede resistirse a unos esponjosos hot cakes?
Dato cultural: Seúl es ciudad hermana de la ciudad de México.
0 comentarios:
Publicar un comentario