martes, 7 de julio de 2009

Balance. Satán de regreso?


Ganó el PRI, perdió el Presidente y la izquierda quedó hecha pedazos. El PVEM se fortaleció, AMLO quedó por debajo del voto nulo y, otra vez, el PSD desapareció del mapa. El exceso de testosterona no era la estrategia correcta y un Germán Martínez bravucón provocó exactamente lo contrario: nostalgia dicen algunos. Yo más bien creo que se trató de un freno al Presidente y la opción era: el PRI. El PRD dividido, con una campaña muy mala, un AMLO enviando señales en un sentido, Ortega en otro. La complejidad de la izquierda se tradujo en la incapacidad de enviar un mensaje claro. El PRI con Beatriz Paredes no hizo suyos los ataques frontales de Martínez, y siguió su rumbo. Quizá en alusión directa al "ni los veo ni los oigo", pero que al final fué esa estrategia la mejor, porque no ahuyentó a sus fieles y atrajo a unos cuantos cansados de ejército, yunques y limitaciones a libertades, aunado a la incapacidad de manejar la crisis económica del Presidente. Su Gobierno ha sido un fracaso rotundo y ahora tiene la oportunidad de oro: replantearse, pues sobre sus hombros pesará el triunfo o no del PAN en el 2012. Aquí en Alemania dicen "después de la elección es antes de la elección".

Personalmente creo que una mayoría absoluta para el PRI puede ser un arma de dos filos. Por un lado, el PRI podría trabar todo lo que envíe Calderón, quien se ha declarado dispuesto a colaborar con ellos, si el PRI intenta convertirse en una pared que a todo dice No, pocas posibilidades tendrá para ´12, otra vez victimizará al Gobierno, como con Fox. Lo cual con justa razón sería visto como un PRI irresponsable y egoísta, como en 2006, cuando junto con un candidato nefasto los llevó al tercer lugar de la contienda. Espero que hayan aprendido la lección. Por parte del Gobierno, también hay lecciones que aprender de aquella época, con papaya y jugo de naranja no se logran acuerdos, no se negocia en la mañana y se ataca en la noche. Necesitan un operador político de verdad, no alguien que crea que es malo el pacto político. Un partido de oposición tiene dos deberes: limitar al Ejecutivo y defender los derechos y libertades, ello por supuesto defendiendo sus postulados, por algo la gente los colocó ahí.

Por el otro lado, el PRI podría tomarle la palabra al Presidente y sentarse a la mesa. Creo que es una oportunidad de oro para ellos, para mostrar que pueden con la responsabilidad dentro de los arreglos político-institucionales de hoy. Ello posicionaría al Gobierno también como actor, y no como víctima. Con esa actitud del PRI todos saldríamos ganando. Ellos porque permitirían al Gobierno maniobrar con una Cámara de oposición responsable, y nosotros porque en la medida en que el Gobierno pueda gobernar, pero tenga un freno para sus excesos, tendremos un trienio un poco menos, autoritario.

Creo que de ese resultado puede cosecharse la oportunidad para un cambio de régimen, de actitud y de trabajo entre los partidos, y entre el Congreso y el Gobierno. Esta coyuntura obliga a todos los partidos -ya sea por intereses propios o por un genuino interés general- a replantearse y a redefinir su labor, sus cuadros, sus ideas y propuestas, su futuro sobre todo de cara a 2012 y para ello deberán modificar conductas, rediseñar instituciones y normas, para que previendo un triunfo, su Presidente pueda actuar.

Más que verlo como un regreso al pasado, lo veo como una oportunidad, para los partidos y para los ciudadanos. México no es el mismo que hace 10-15 años, la sociedad ha cambiado, ha madurado, y somos capaces de pedir cuentas, de criticar, de vigilar. La sociedad mexicana es sin duda más participativa (aunque nos falta un montón) y más consciente políticamente. El movimiento del voto nulo, si alguna virtud podemos encontrarle, es esa, haber logrado movilizar a 6% de la población en edad de votar. Y no contamos a aquellos que no podían votar (menores de 18) y aquellos que decidieron no tomarse la molestia de ir a la casilla, pero que sin duda estuvieron presentes en el debate ciudadano sobre el voto nulo. Hoy hay mecanismos para la rendición de cuentas y la participación ciudadana, hay ONG´s dedicadas al monitoreo y vigilancia en temas como la transparencia y los derechos humanos, la prensa es más libre (no del todo aún), México no es una isla, hay otros arreglos institucionales. Queda exigir a las instituciones que hagan su deber, exigir al PRI que expulse de sus cuadros indeseables como el "Gober Precioso", Ulises Ruiz y otros delincuentes que siguen apoltronados en sus casas de gobierno, pero hay que reconocer que han sido las mismas autoridades las que no han podido acusarlos, probarles y removerlos. Una Corte simplista y corta de miras, una PGR dependiente del Ejecutivo y bastante gris y pasgüata, un Congreso apático. Y no todo el cosmos se reduce a lo Federal...En los estados aplica lo mismo. Por eso, volver al pasado es lógica y factualmente imposible. Pero si quedara una pizca de probabilidad de que el PRI quisiera volver al país la dictadura perfecta del siglo XXI, los ciudadanos no estamos pintados, los gobiernos estatales, 40% de ellos de oposición, tampoco ni los 6 partidos que quedan. Es muy catastrofista decir que el triunfo del PRI es una vuelta al pasado corrupto. El PRI no es una blanca paloma, pero creo sinceramente que es mas la leyenda que el PAN foxista ha formado, que la realidad. Habría que preguntar quizá a los argentinos o a los chilenos, por tan sólo mencionar dos países azotados por dictaduras, si la vida con el PRI era como la cuentan. No me interesa defender a ningún partido. Aquí lo he manifestado muy claramente, no me pongo ninguna camiseta ni me enredo en ninguna bandera. Soy liberal y creo que la democracia constitucional es la mejor forma que hasta ahora ha encontrado el ser humano para convivir en un Estado. El 5 de julio, el PRI era la opción que para mi coincidía con ello Y tenía oportunidades de ganar. El PSD no.

Ahora veamos, todos, ciudadanos y representantes, esto como una oportunidad, no como una derrota (sí aunque seas panista).

A propósito del 80 aniversario del PRI, publiqué en Hiperenlace un trabajo que realicé en 2000, unos meses después del triunfo de Vicente Fox en las elecciones presidenciales y que relata la evolución de ese partido desde su formación en 1929 hasta las elecciones foxistas. Me parece interesante, y quizá, importante darle un vistazo para repasar la historia de México con el PRI. Para lo que sigue, he pedido a un amigo, jóven, demócrata y priísta una colaboración. Pronto la encontrarán por aquí.

Y el 7% que votó por el PVEM, quieren la pena de muerte? de verdad?

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