Se imaginan cuánta historia se hizo aquí? Cuándo metí mis piecitos al mar negro, pensé puf! aquí navegaron tracios, griegos, romanos, hititas, simerios, godos, hunos, búlgaros, eslavos, también de los cruzados, los tátaros, otomanos y rusos, después con las locuras recientes, el mar negro ha sido escenario de las batallas navales de las dos guerras mundiales y estacionamiento de muchas navales occidentales. Quiénes, qué personajes de la historia habrán mojado aquí sus pies?
El Mar Negro recibe agua salada a través del Bósforo, que inyectan 200 km³ de agua salada al año. Del río Danubio (junto con otros) recibe más de 320 km³ anuales de agua dulce. El Danubio es la frontera con Rumania y la entrada acuática al continente europeo, gracias a él a sus grandes puertos de Burgas y Varna, Bulgaria, desde la antigüedad ha sido la puerta a Europa por mar desde oriente. Ello, ha obligado a sus habitantes a ser, como cualquier puerto, mucho más abiertos. Debido a que el mar negro es un mar interior tiene mayor predisposición a la contaminación, que todas nuestras aguas sufren. Por ello, resulta mucho más difícil drenarse y gracias a las iniciativas de las últimas décadas el mar negro está siendo rescatado. Este mar está relacionado a través de varios estrechos con el océano Atlántico: vía mar Mediterráneo y mar Egeo. El estrecho del Bósforo lo conecta al mar de Mármara y el estrecho de los Dardanelos al mar Egeo (Mediterráneo); además, otro estrecho, el de Kerch, lo une al mar de Azov.
Guau! Más historia!
Bulgaria tiene a lo largo de su costa un gran número de centros vacacionales, que son visitados principalmente por turistas alemanes, británicos y escandinavos: Burgas, Vama, Veche, Rusalka, Balchik, Ahtopol, Albena, Arena del Oro (Golden sands), St. Konstantin, Kamchia, Kiten, Emona, St Vlas, Costa del Sol (Sunny Beach), Constantine y Helena, Byala, Nesebar, Pomorie, Chernomorets, Obzor, Lozenetz, Kamcha, Sozopol, Diuni, Kavarna, Primorsko, Tsarevo, Trinaso.
En el post anterior, expliqué cómo las cordilleras de los balcanes y las montañas del Ródope descienden hacia el oriente en la planicie Tracia, que pasa por Stara Zagora, Sliven y Burgas, hasta llegar a la costa.
Burgas es un importante puerto marítimo y es la segunda ciudad en tamaño en la costa búlgara del Mar Negro (después de Varna). Es también la cuarta en población en el país, después de Sofia, Plovdiv y Varna. Es la capital de la provincia de Burgas y un centro turístico e industrial. Durante la era comunista, fué uno de los centros de descanso de las élites del partido, y hoy todavía puede verse la enorme influencia de los ¿arquitectos? comunistas. Burgas es la sucesora de la ciudad griega de Pirgos, fundada por colonos de Apolonia (hoy Sozopol) como un puesto militar y de observación contra Mesembria (hoy Nesebar), el otro establecimiento importante en la región. Todavía se pueden ver aquellos multifamiliares, que algún despistado decidió "decorar" con balcones de metal (oxidados ahora por la humedad). Aquí algunas fotos que tomé durante nuestro paso en auto, rumbo a Nesebar:
Después de pasar por Burgas, la carretera nos desvió hacia el norte, siguiendo la línea costera, para llegar a Nesebar (antigüa Mesembria) fundada primero por los Tracios y después por los Griegos. Originalmente llamada Menebria por los Tracios, Nesebar surgió durante el segundo milenio a.C. se convirtió en una colonia griega fundada por los dorios de Megara, que denominaron Mesembria, y pronto llegó a ser un importante centro comercial que recibía mercancías de los mares Egeo y Mediterráneo y que acuñó su propia moneda desde el siglo V a.C., lo que supuso hacerle competencia a otra ciudad griega en esta parte de la costa del mar Negro: la colonia jonia Apolonia (actual Sozopol). Primero entramos por una parte que nos recordó a Caleta en Acapulco, y la parte vieja de ese puerto, pues estaba llena de hotelitos y casas viejas, puestos de trajes de baño y "flotis" y restoranes descuidados, después entramos a una parte más moderna, con hoteles grandes y nuevos, y llegamos a la costa, enfrente se puede ver la península con la ciudad antigüa de Nesebar. Aparece de frente una rotonda con el escudo de la ciudad, atrás el puente que nos lleva a ella y que muestra por un lado un muelle pesquero y varias casitas de madera, en la parte baja de ellas, terracitas con restoranes y en el fondo un enorme estacionamiento, pues la ciudad amurallada es peatonal; y por el otro, un muelle para yates y veleros, rodeados de restoranes y puestitos de souvenirs.
La ciudad me recordó bastante lo que he visto en fotos y películas de las ciudades mediterráneas, nunca he estado en una, pero puedo imaginarme que son bastante parecidas. Las callejuelas empedradas, casitas de madera, y muchas muchas ruinas de iglesias y otras construcciones antigüas. Eso sí, las construcciones eran todas de madera y piedra y no como las griegas. La vegetación en su mayoría compuesta por higueras y vid que colgaban de las paredes de todas las casas, un clima caliente y húmedo (llegamos a los 35 o más!) y un ambiente más latino que eslavo, los búlgaros de la costa, parecen más griegos.
La ciudad antigüa de Nesebar se encuentra en una península y en 1983, la Unesco la incluyó en su lista de ciudades Patrimonio de la Humanidad. La península está unida al continente por un puente, donde se encuentra situada del lado derecho una escultura que representa a una mujer (como un hada) y un barco (supongo que será alguna protectora de los marinos y pescadores), y del lado izquierdo, se ve el molino antigüo. Caminando desde el continente hacia la península, por el puente, te encuentras de frente con el muro y la entrada a la fortaleza que muy seguramente rodeaba a la ciudad. Nesebar es una ciudad de pescadores.
Este hombre toca la gaita búlgara, instrumento tradicional, que recuerda un poco a la música escocesa pero con un toque mucho, pero mucho más latino. Este individuo tocó durante las 5 noches que estuvimos en Nesebar, no descansaba ni un sólo minuto. Impresionante. Pero gracias a él, la entrada a la ciudad se convertía en un espectáculo visual y auditivo...
Nesebar constituye una de las ciudades con mayor número de iglesias per cápita del mundo, que además representan algunos de los mejores ejemplos de arte tanto búlgaro como bizantino. Aquí algunas de mis fotos:
En la ciudad antigüa hay algunos hoteles pequeños. Casi todos los hoteles de Nesebar, los encuentras en la ciudad nueva, osea, en el continente. Nosotros nos quedamos en un hostalito que se encontraba en la ciudad vieja, el St. Nikola, el cual recomiendo totalmente, primero por el lugar, único! una vista linda, y situado alado de las terrazas y a espaldas de la ciudad; y segundo por la atención y el precio. (www.hotel-st-nikola.com) Los cuartos son bastante amplios y casi todos tienen un balcón con vista al mar. Lo malo es que no tiene ni alberca ni playa cercana, por lo que hay que caminar bastante para ir a una. Pero en la ciudad nueva puedes encontrar hotelazos modernos, con servicios completos, albercas, bares, restoranes.
La playa maravillosa! La renta de palapa y sillas no es muy cara y dura todo el día, eso sí, hay que ir a las tienditas a comprar tus bebidas, y comida, sólo en los restoranes. Allí sí extrañé los cocktelitos mexicanos y eso de que te puedan llevar hasta "tu toalla" una cubita... Otro detallito, los camastros no tienen colchón, por lo que asolearse la espalda se vuelve una tarea dolorosa, opté por camarena.
Esa casita de madera, es nuestro hotel, St. Nikola y la de abajo es la vista desde nuestra terraza...
Ahora que si prefieres all inclusive y resorts con toboganes y montones de gente, discos y bares, puedes ir mejor a Sunny Beach (Slantschew brjag) que ahora cumplía 50 años y sinceramente no me gustó, en ese sentido prefiero cualquier playa mexicana. Dimos un paseo por allí y no ví nada que me llamara la atención, y bueno sinceramente viajando desde acá o desde México, lo único que no quiero es meterme a un mega hotel que me ofrece todo. Prefiero salir a caminar y conocer ciudades, gente y probar comidas nuevas. Conocer la ciudad y no sólo tirarme a nublar mis sesos.
Si vas, definitivamente tienes que quedarte en Nesebar y no en Sunny Beach o en St. Vlas.
También está el desarrollo de St. Vlas en donde encuentras principalmente residencias privadas, privadas y edificios. Se dice que muchísimos británicos vienen a retirarse ahí, y es que claro, si 1 lev equivale a 3 libras! Hay algunos conjuntos muy bonitos.
St. Vlas queda exactamente enfrente de la ciudad vieja de Nesebar, al norte.
St. Vlas:
Vistas de Nesebar desde Sunny Beach:
Algunas impresiones de Nesebar:
La otra ciudad costera que pudimos visitar en la costa fué Sozopol (antes Apolonia). Queda a una hora en coche de Nesebar, hacia el sur, después de muchísimo tráfico provocado por nosotros, los turistas, logramos salir de Nesebar. La carretera costera nos regresó a Burgas y de ahí unos minutos más tarde a Sozopol. Pasando Burgas, en las orillas de la carretera podías ver muchos autos estacionados, sus conductores estaban entre los carrizos pescando....Pasando unos minutos, y una bajada encontramos una ciudad pesquera, bellísima:
Ocupada sucesivamente por bizantinos, búlgaros y otomanos, Sozopol fue destinada a Bulgaria en el siglo XIX. Sozopol es una de las más antiguas ciudades de la costa tracia del mar Negro de Bulgaria. El primer asentamiento está datado en la Edad del Bronce. Las exploraciones submarinas de la región del puerto revelan vestigios de viviendas, cerámica , huesos y herramientas del I milenio adC. La ciudad, primero llamada Antheia, fue fundada en Tracia, a orillas del Ponto Euxino, en un islote, por Anaximandro (nacido en el 610-609 a. C.) , a la cabeza de los colonizadores milesios. El nombre fue pronto cambiado por Apolonia, a causa de un templo dedicado a Apolo , que contenía una famosa y colosal estatua del dios de 9 m de alto, realizada por Calamis, trasladada a Roma por Lúculo y emplazada en el Capitolio. En varias épocas, Apollonia fue conocida como Apollonia Póntica (Apollonia del mar Negro, el antiguo Ponto Euxino) y como Apolonia Magna (Gran Apolonia).
Cuando llegamos a Sozopol y estaba nublado, ese día habíamos amanecido con una tormenta bastante regular, en la madrugada llegué a pensar en esconderme en el clóset por si aquello se ponía más fuerte, se notó que no somos costeños, pues no era para tanto. El viento bufaba en mi ventana, y azotó la puerta, eso no me gusta. Fué bueno que no hiciera mucho calor para así más agusto poder recorrer la ciudad y no perder un día de sol (que buena falta nos hacía a todos). Comimos primero para cargar pilas. Pedí unos camarones y me llevé un susto cuando descubrí que, todas las que estaban en mi plato, eran camaronas y embarazadas! ajá, estaban llenas de hueva (no de güeva). Aún así, todo muy rico. Después caminamos hacia el mar, llegamos a unos arrecifes que Nesebar no tiene. Allí nos sentamos a tomar una cerveza, me sentí como en alguna película de director italiano, el mar golpeando las rocas abajo de mis pies, hacia adelante veía yo las playas llenas de gente, hacia atrás el caminito por los arrecifes, hacia arriba la calle y las casitas colocadas verticalmente:
Después seguimos curioseando entre las callejuelas, encontramos un fuerte y un museo etnográfico, unas casas de sueño (ah! como me encantaría vivir en esas, con la vista al mar, el patio de piedras cubierto por una vid y dos higueras, un pocito de agua en el que se vierte la que cae de algún manantial cercano...puertas de madera, una mesa para las sobremesas con un mantel de algodón blanco, pan y vino, y la gente que quiero...en el fondo un jazz)
Aquí otras impresiones:
La riviera búlgara no le pide nada a nadie.
Ciudades llenas de historia nos ofrecen playas hermosas, con un mar templado, delicioso para nadar en un día de calor (sin la aburrición del mar del Golfo de México tan bajito y sin el peligro del mar del pacífico que se vuelve tan profundo cerquita de la playa) Su oleaje rico, nada que asuste pero tampoco era un plato de sopa. Su color, verde oscuro en la costa, azul fuerte a lo lejos, parches azules se veían cerca de las piedras que cercaban el puente y la península. Gaviotas enormes gritaban desde temprano, mi papá siempre me ha hecho notar que en México las gaviotas son mudas...
Por las tardes la selección de restaurantes es enorme, desde los informales como el Dionisio, donde se comen unos pescados frescos; hasta algunos más chic, como el griego Kumbare donde comimos un delicioso pulpo a la plancha y un pescado espectacular. Vale la pena quedarse con antojo de postre para después caminar por la ciudad vieja y comer un delicioso helado (á la italiana), viendo los mil y un puestitos de souvenirs que hay y quizá, sentándose de nuevo en alguna terraza a tomar una cerveza bien fría o un airán (sobre la comida postearé después).
Desgraciadamente la ciudad ha permitido que todas, pero todas las casas de la ciudad antigüa tengan puestitos de t-shirts, souvenirs, ropa, lentes, joyería, cerámica, dulces y todo lo que se te pueda ocurrir. Digo desgraciadamente porque para mi gusto son demasiados y velan la belleza de Nesebar. Además de que aturden los vendedores. Al final del viaje nuestro chiste era: quieres algo? Te cuesta 10 Leva! Pues para los turistas, todo, costaba 10 leva...(claro que como todo chiste, esto es una exageración, conseguí unos collares de caracolitos por 1 lev)
La comida y el servicio de primera, llamativo fué la fama de Hugo Sánchez y de los Pumas en Nesebar! Además de que se sabía muy bien que los Pumas de la UNAM son mejores que las Águilas del América, mi mamá, águila de corazón tuvo una discusión, que acabó con un movimiento de la mano diciendo que las águilas eran bastante regulares. Bueno, en un restorán el mesero declaró ser fan del Pachuca! Y nosotros quedamos boquiabiertos. La gente habla poco inglés, pero está siempre dispuesta a intentar entenderte y darse a entender, siempre con una sonrisa. A la hotelería y servicios todavía les falta experiencia y concluímos que podríamos mandar a unos brodis acapulqueños a darles unas clases a los compañeros nesebarinos. Las semejanzas entre México y Bulgaria son más de las que cualquiera pudiera pensar. Quién se apunta?
La Info es de Wikipedia, el libro Bulgarien de Gerald Knaus. Las fotos y las experiencias, son mías!
2 comentarios:
Cuando lees estas crónicas sientes que estuviste ahí y que puedes hablar de Bulgaria como un país que ya conoces.
Muchas Gracias por tu comentario!
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