viernes, 23 de octubre de 2009

Premios Príncipe de Asturias: UNAM y Berlín

Dos premios me parecen dignos de mencionar aquí:
 
El Premio de Comunicación y Humanidades 2009 fué concedido a la UNAM:
Reunido en Oviedo el Jurado del Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2009, integrado por D. José Antonio Álvarez Gundín, D. Alejandro Echevarría, D. Javier Gómez Cuesta, D. Javier González Ferrari, D. Álex Grijelmo, D. José Luis Gutiérrez, D. Daniel Innerarity, D. Miguel Ángel Liso, D. Manuel Lombardero, D. Ramón López Vilas, D.ª Catalina Luca de Tena, D. Francisco Luzón, D. Hans Meinke, D.ª Ana Rosa Migoya, D. Jaime Montalvo Correa, D.ª Beatriz de Moura, D. Pedro Páramo, D. José Luis Pardos, D. José Ramón Pérez Ornia, D. Alberto Pico, D. José Antonio Sánchez, D. Jesús de la Serna, D. Enrique Ybarra, presidido por Ricardo Senabre y actuando como secretario D. Juan Luis Iglesias Prada, acuerda conceder el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2009 a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
A lo largo de los cien años de su existencia, la Universidad Nacional Autónoma de México ha sido el modelo académico y formativo para muchas generaciones de estudiantes de diversos países y ha nutrido el ámbito iberoamericano de valiosísimos intelectuales y científicos. La Universidad Nacional Autónoma de México, que acogió con generosidad a ilustres personalidades del exilio español de la posguerra, ha impulsado poderosas corrientes de pensamiento humanístico, liberal y democrático en América y ha extendido su decisivo influjo creando una extraordinaria variedad de instituciones que amplían el mundo académico y lo entroncan en la sociedad a la que sirven.
Con sus cerca de trescientos mil estudiantes y más de 34.000 profesores e investigadores, la UNAM es la mayor universidad de toda Iberoamérica. A lo largo de sus casi cien años de historia, se ha convertido en un centro de referencia, aunando la calidad y variedad de su oferta académica y de investigación con su firme compromiso con la difusión cultural, el humanismo y las nuevas tecnologías.
 
Bravo!!
"Muchas gracias al Jurado, a la Fundación Príncipe de Asturias, a Asturias y al pueblo de España entero por un Premio que es muy importante para esta Universidad  y para México como país.Estamos a punto de iniciar los festejos del centenario de la UNAM, que es hija de la de Salamanca y, por lo tanto, es muy importante para los dos países, un motivo más que nos hermana".

     José Narro
     Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
     México, 10 de junio de 2009

 

 

El premio a la Concordia 2009 fué concedido a la Ciudad de Berlín:

Reunido en Oviedo el Jurado del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2009, integrado por D. Matías Rodríguez Inciarte, D. Fernando de Almansa Moreno-Barreda, vizconde del Castillo de Almansa, D. Isak Andic Ermay, D. José María Arias Mosquera, D. Adolfo Barthe Aza, D. Antonio Basagoiti García-Tuñón, D. Miguel Blesa de la Parra, D. Antonio Brufau Niubó, D. José Celma Prieto, D. Ramón Colao Caicoya, D. Jacobo Cosmen Menéndez-Castañedo, D. Francisco Daurella Franco, D. Juan Manuel Desvalls Maristany, marqués del Poal, D. José Esteve Soler, D. Felipe Fernández Fernández, D. Pedro Luis Fernández Pérez, D.ª Paz Fernández Felgueroso, D. Francisco de la Fuente Sánchez, D. José Luis García Palacios, D. Juan Ramón García Secades, D. Ignacio Garralda Ruiz de Velasco, D. Juan Luis Iglesias Prada, D. Fernando Menéndez Rexach, D. Manuel Olivencia Ruiz, D. Ángel Ron Güimil, D. Luis Sánchez-Merlo Ruiz, D. Antonio Ramón Suárez Gutiérrez, D. Antonio Trevín Lombán, D. José María Villanueva Fernández, D. Santiago de Ybarra y Churruca, D. Santiago Zaldumbide Viadas, presidido por D. Vicente Álvarez Areces y actuando de secretario D. Pedro de Silva Cienfuegos-Jovellanos, decide conceder el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2009 a la Ciudad de Berlín, en el XX Aniversario de la Caída del Muro, simbolizando en ella tanto a quienes, con pérdida de su vida o de su libertad, lucharon de forma directa por superarlo, como a los millones de ciudadanos que tras su caída han sido capaces de construir, sobre las cicatrices de la división, una sociedad abierta, acogedora y creativa, un nudo de concordia en el corazón de Alemania y de Europa, que contribuye al entendimiento, la convivencia, la justicia, la paz y la libertad en el mundo.
 
La ciudad de Berlín, dividida tras las Segunda Guerra Mundial en cuatro sectores bajo el control de los aliados y de la Unión Soviética, se convirtió en sede permanente del enfrentamiento ideológico entre el Este y el Oeste. El 13 de agosto de 1961, la República Democrática de Alemania inició la construcción de un muro para aislar el sector occidental berlinés de la RDA y evitar la emigración masiva de ciudadanos del este hacia la República Federal. El Muro separó no solo ideologías, también familias, vecinos y amigos. El 26 de junio de 1963 el presidente Kennedy proclamaba delante del Muro "Ich bin ein Berliner" (Soy ciudadano berlinés) para expresar que Occidente comprendía la tragedia de la ciudad.
La obra sufrió hasta 1986 sucesivas reconstrucciones para reforzar la seguridad y, aunque hasta la fecha no existen datos exactos sobre el número de víctimas, más de 75.000 personas fueron arrestadas y de al menos 138 se ha certificado su muerte al intentar escapar, mientras aún se estudia otro centenar de expedientes.
En enero de 1989 comenzaron en Leipzig las primeras manifestaciones que reclamaban reformas políticas. En otoño eran ya miles los ciudadanos que de forma pacífica se manifestaban los lunes, bajo el lema "Nosotros somos el pueblo", reivindicando democracia y libertad. En septiembre Hungría eliminó sus restricciones fronterizas con Austria para los ciudadanos de la RDA y decenas de miles de alemanes cruzaron la nueva frontera abierta en la cortina de hierro. El 18 de octubre Erich Honecker fue sustituido por Egon Krenz en el cargo de secretario general y presidente del Consejo de Estado. El 4 de noviembre medio millón de personas se congregaban en la Alexanderplatz, en Berlín Oriental, para exigir reformas del Estado. La fuerza de las protestas callejeras puso de manifiesto que la población no confiaba tampoco en el nuevo gobierno.
El 9 de noviembre, ante la presión insistente de la población, especialmente tras las manifestaciones de Leipzig y Berlín, el Gobierno de la RDA promulgó un plan que autorizaba pases libres para viajes de visita. Miles de ciudadanos se agolparon a lo largo del día en los pasos fronterizos exigiendo su apertura. El Muro cayó esa noche y supuso el comienzo del fin de los regímenes comunistas en Europa Oriental.
El 18 de marzo de 1990, se celebraron las primeras elecciones multipartidistas en la RDA, dando lugar a un gobierno provisional cuyo principal cometido fue pactar el final del régimen anterior. Las negociaciones bilaterales entre los gobiernos de ambas Alemanias condujeron a la firma, el 18 de mayo, de un acuerdo para una etapa de transición, una unión económica, social y monetaria, que entró en vigor el 1 de julio. Alemania fue reunificada oficialmente el 3 de octubre de 1990. A través del impuesto conocido como "suplemento de solidaridad", el Gobierno ha financiado desde 1991 la reconstrucción del Este.
El Muro de Berlín, símbolo de la reunificación europea, fue durante décadas la representación mundial de la Guerra Fría. La revolución pacífica que condujo el 9 de noviembre de 1989 a la caída del Muro y posteriormente a la reunificación de Alemania, ha cautivado desde entonces a millones de personas en todo el mundo, contribuyendo en gran medida al restablecimiento del equilibrio entre Oriente y Occidente.
 
Bravo!!
"El Premio Príncipe de Asturias es considerado el premio Nobel del mundo de habla hispana. El galardón es un honor extraordinario para Berlín, que la capital alemana acepta en representación de todo el país.  El Premio significa un nuevo reconocimiento internacional para la revolución pacífica de 1989, con la que cambió el mundo tan positivamente. Un reconocimiento especial de que Berlín ha logrado superar la división de la ciudad y, con ello, la separación de Europa de forma pacífica y sin derramamiento de sangre. Desde la caída del muro nos hemos puesto por objetivo superar las consecuencias de esta división. El Premio, precisamente el de la Concordia, demuestra que fuera, en el mundo, se percibe que se está logrando lo que Willy Brandt deseó para nuestra ciudad y nuestro país: que se vaya uniendo lo que tiene que estar unido.
Berlín agradece al jurado su decisión que llena a los berlineses de orgullo. Berlín ha sido puesta a la altura de galardonados como Ingrid Betancourt, el  Museo de la Memoria del Holocausto de Jerusalén o el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia UNICEF. El Premio ha sido concedido en honor a todas las ciudadanas y ciudadanos que contribuyeron, en 1989 y en las dos décadas siguientes, a superar la división y sus consecuencias. Pero también concibo el homenaje a nuestra ciudad como un compromiso para el futuro. Berlín es hoy en día una ciudad de cambio, una metrópolis abierta y tolerante. Pero es necesario reforzar y defender siempre de nuevo su carácter cosmopolita y la tolerancia." 
Klaus Wowereit, alcalde gobernador de Berlín
     Berlín, 10 de septiembre de 2009
 
Los demás premiados y TODA la información aquí copiada se encuentran en:

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