jueves, 5 de noviembre de 2009

Qué Mouriñazo!


En España cuando alguien aburre se dice "qué coñazo!", y eso sucede con el tema de Mouriño.

Aclaro: Es una tragedia que una persona de 36 años muera, es una tragedia que queden niños pequeños sin su padre y es una tragedia siempre cuando alguien muere de manera inesperada en un accidente.

PERO se deben poner las cosas en su lugar, el hecho de que Juan Camilo Mouriño haya perdido la vida -junto con las demás personas que viajaban en el jet y las personas que murieron al estrellarse el avión- no lo hace ni un héroe a la patria ni un mártir de la causa blanquiazul. Mouriño no era un funcionario estrella, ni tenía ideales ni ha dejado un legado. Fué un mal Secretario de Gobernación y antes de morir, Mouriño no era ya ni siquiera un interlocutor aceptado con las fuerzas políticas en el Congreso debido al escándalo de los contratos con PEMEX. Yo jamás leí nada de Mouriño, ni una editorial en los diarios, lo que sí leí fué el número especial de la revista Quien, en dónde el ahora legendario Mouriño daba una entrevista comentando qué marca de relojes prefería y que "antro visitaba" y cuál era la mesa en la que todos los jueves se sentaba (ajá, el encargado de la política interior de México iba de antro como chamaco). Tiene libros o ensayos?
Mouriño nunca dió un discurso memorable ni tampoco se caracterizó por ser un hábil político que destrabara negociaciones o realizara propuestas valientes o inteligentes para sacar adelante las reformas y los cambios que México necesita. Mouriño no hizo nada.
Mouriño lo único que hizo fué ser el mejor amigo del Presidente Calderón y seguir los pasos de James Dean, estar guapito, ser jóven, salir de protagónico en una peli popular y morirse trágicamente.
Mouriño merece más su pintura junto con Marylin Monroe, Elvis Presley y James Dean que un busto de bronce en el auditorio Gómez Morín, videos y homenajes oficiales. Después de todo lo único que Mouriño fué es ser un "Secretario Pop".

Es altamente ridículo -y chocante- que estando el país en crisis (política, económica, de seguridad, jurídica...) el Presidente dedique esfuerzos y recursos a rendirle homenaje a su cuate.

De manera que, cuando un discurso aburra, de ahora en adelante diremos "pero que Mourniñazo!"

Y vale la pena esta nota de El Universal donde analistas políticos hablan sobre el "legado" (?) de JCM

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