viernes, 13 de noviembre de 2009

También los homosexuales tienen derechos

Matrimonio y Adopción Gay
Por: Geraldina González de la Vega

Individualism regards man—every man—as an independent, sovereign entity who possesses an inalienable right to his own life, a right derived from his nature as a rational being. Individualism holds that a civilized society, or any form of association, cooperation or peaceful coexistence among men, can be achieved only on the basis of the recognition of individual rights—and that a group, as such, has no rights other than the individual rights of its members.
“Racism,” The Virtue of Selfishness, 129.
---Ayn Rand



Según he leído, la Asamblea Legislativa del D.F. (México) debate la reforma al Código Civil para regular el matrimonio entre personas del mismo sexo y también, sobre la adopción para homosexuales. Ayer mismo encontré en Facebook una causa para defender los derechos de los homosexuales a adoptar y puse en mi status "Apoyo las reformas al Código Civil para permitir el matrimonio Y la adopción a las parejas homosexuales. Si, las dos."
Me sorprendió mucho los comentarios dogmáticos que recibí. Digo dogmáticos porque nadie dió argumentos para estar en contra. Fué un NO "porque no debe ser."Los dos más pesados fueron "la naturaleza" y "lo normal".
Me pregunto, ¿qué es lo natural y qué es lo normal? ¿quién lo determina?
Desde mi punto de vista esto lo determina la sociedad, y aunque la mayoría esté en contra de la existencia de parejas homosexuales, de su reconocimiento legal y del reconocimiento de su derecho a adoptar, creo que los derechos de las minorías rebasan a esa mayoría que pretende imponer su moralidad como la normal o la natural.
Creo que la discusión ya no va por el reconocimiento legal de las uniones gay, que parece que ya ha sido comprendida como un derecho de los individuos a formar una pareja y a que esa unión genere derechos y obligaciones. En este sentido me parece un paso interesante el que quienes se oponían al matrimonio o unión gay ahora la aceptan para defender a los "pobrecitos niños que serían adoptados por pervertidos". Bravo digo yo, se da un paso hacia adelante.
Como saben, los seres humanos somos distintos, hay buenos padres que se preocupan por la educación y el sano desarrollo de sus hijos, hay padres perversos que los maltratan, abusan sexualmente de ellos, los abandonan, los matan o dejan morir. Ambas cualidades no son exclusivas de las preferencias sexuales. Es decir, hay homosexuales "buenos padres" y homosexuales "malos padres", tal y como los hay heterosexuales. Para que una persona o una pareja adopte a un menor, se deben cumplir una multitud de requisitos, como lo son diversas entrevistas y visitas a su domicilio para comprobar que en efecto el adoptante o los adoptantes serán "buenos padres". El hecho de que un matrimonio heterosexual llegue a un orfanato no garantiza que el menor adoptado tendrá una vida buena ¿o si? Bien, pues tampoco el hecho de que una pareja homosexual llegue a un orfanato garantiza que el menor adoptado tendrá una vida mala o pervertida.

En realidad, la perversión está en la mente de las personas que dicen que no a la adopción por parte de parejas gay porque creen que los dos hombres o las dos mujeres mantienen relaciones sexuales en la sala de su casa y se tocan frente a las visitas o caminan desnudos o vestidos de pavorreales por el jardín. Una pareja homosexual que pretende adoptar es por lo general una pareja que quiere formar una familia y que si, quiere su casa con jardín, su perro y sus hijos, desayunar hotcakes los domingos, pero a diferencia de los hetero, con alguien de su mismo sexo. ¿Es tan difícil comprenderlo? ¿Acaso creemos que los gays irán entonces a los orfanatos para adoptar menores con la idea de pervertirlos? ¿abusar de ellos? ¿volverlos sus amantes? ¿qué no es esa mentalidad más pervertida? ¿Acaso creemos que el procedimiento de adopción no puede preveer que se visite y entreviste a la pareja para comprobar que se trata de una familia?

El otro problema que algunos encuentran es "el qué dirán", si claro. Como buenos conservadores, quienes se oponen con un simple "porque no" apuntan que los menores serán discriminados, pues no está bien. Apuesto unos tacos de Los Panchos a que los menores discriminados por tener como padres a una pareja homosexual serán discriminados precisamente por esas personas que dicen que serán discriminados. Son ellos mismos quienes dirán "no mi`jito no te juntes con Fulanito, porque debe ser rarito, qué no ves que tiene dos mamás/papás?" "No Sotanita, no puedes ir a la fiesta en casa de tu amiguita porque tiene papás gay" y así ad infinitum.
Los niños no harían ninguna diferencia entre unos y otros, y sí, muy probablemente preguntarán por qué Sotanita tiene dos papás o por qué Fulanito tiene dos mamás, y la explicación --que es a lo que temen-- correrá a cargo de los papás, quienes prefieren ahorrársela y decir que "eso no es normal".

Apenas hace unas cuatro o cinco décadas en México el divorcio no era normal, y se creía que los hijos de divorciados (como cree nuestro Presidente Calderón) provienen de familias anormales. Los menores eran discriminados y hasta en ocasiones corridos de las escuelas, por las mismas razones que hoy se aducen contra la posibilidad de adopciones gay, pues "no es normal", "los niños necesitan una mamá y un papá"...

Podría escribir más, pero creo que mi punto es muy sencillo. Los menores huérfanos tienen derecho a una vida familiar, familia no necesariamente implica un papá y una mamá, ¿Deveras somos capaces de negarles eso a niños huérfanos nada más por que a nosotros no nos gustan los gays?

Con el divorcio no se acabó el matrimonio. Con la homosexualidad no se acabará la heterosexualidad. Con la adopción de parejas gays no habrá más gays. Las instituciones familia y matrimonio son lo que nosotros queremos que sean, no hay significados pre-establecidos ni mandamientos divinos. No puede una mayoría imponer su moralidad ni su forma de vida a los demás. Y por cierto:
¿Qué no se han dado cuenta de que los gays son producto de "familias normales"?

Desafortunadamente, el tema de la adopción ya no será tratado en la ALDF:
“Las reformas al Código Civil capitalino para permitir las bodas entre personas del mismo sexo prevén cambiar la redacción del artículo 146, para establecer que el matrimonio es la unión libre de dos personas y no de un marido y una mujer.
Un análisis enviado a los diputados de la Comisión de Administración y Procuración de Justicia, derivado de las opiniones de especialistas y la Consejería Jurídica del DF, señala que se deben modificar 4 artículos al Código Civil y uno al Código de Procedimientos Civiles.

De ser aprobada, la iniciativa podría permitir que las parejas del mismo sexo puedan compartir la seguridad social que da el Gobierno federal, aseguró el impulsor de la reforma, el diputado local independiente pero que forma parte de la fracción del PRD, David Razú.

Ante las críticas que ya han surgido en contra de la iniciativa, Razú y las organizaciones civiles aseguraron que la adopción para parejas del mismo sexo no está incluida en la iniciativa y no será un tema a debate.”
(Nota de La Lonchería)

Y no sólo eso, resulta ahora que no sólo la fracción del PAN en la ALDF quiere establecer candados para evitar la adopción por parte de homosexuales:
“La consejera jurídica del Gobierno del Distrito Federal, Leticia Bonifaz, admitió que el debate por los matrimonios entre personas del mismo sexo se encuentra en pausa debido a que se busca una figura donde no se permita la adopción a estas parejas.” Nota de el Milenio

Y con justa razón La Lonchería comenta:
“Para empezar, NADA prohíbe a una persona gay adoptar a un niño, como contábamos ayer, los requisitos de adopción aplican lo mismo a gays que heterosexuales, a casados que solteros.
Entonces, ¿ahora el esfuerzo no será para movernos hacia adelante y permitir EXPLÍCITAMENTE la adopción por parte de parejas/individuos gay, sino para no movernos hacia atrás y prohibir EXPLÍCITAMENTE que alguien gay adopte?
Es curiosa la postura legal del GDF: la igualdad de derechos es un regalo para ‘ese grupo social’, y en lo que toca a los derechos de los niños, el derecho radica en no crecer con dos padres o dos madres, NO en tener derecho a un hogar, sustento, alimento y afecto: mejor estar en la calle que con una pareja gay…”

Es importante mencionar que ningún estudio ha probado el hecho de que un menor sufra problemas psicológicos por que sus padres sean homosexuales, al contrario, los estudios que se han realizado han arrojado datos que demuestran que los menores que viven en familias de una pareja homosexual tienen un buen desarrollo -sobre ello abajo- Diversos estudios estiman que tanto una pareja homosexual como heterosexual pueden educar de igual modo a los niños. No hay garantía de que la orientación sexual de los padres sea una ventaja o una desventaja para el normal desarrollo de los menores.
Lo que sí es una realidad es que hasta que no se produzca una "reeducación" de la sociedad, estos niños pueden sufrir rechazo, más si se trata de sociedades conservadoras, poco tolerantes y con bajos niveles educativos.
También existen opiniones de que el entorno idóneo para la crianza de un menor es en una familia llamada "tradicional", es decir compuesta por la madre, el padre y los hijos. En todo caso en lo que la gran mayoría de expertos están de acuerdo es que deben primar el bienestar de los hijos.

Se dice que la legalización de las uniones o matrimonios gay, según sea el caso, y la adopción terminarán con la familia, núcleo de la sociedad. Eso quiere decir que un día no habrá familias tradicionales sino que todas las famlias serán familias arcoiris, es decir, familias con padres/madres gay. ¿Será que por ósmosis ahora todos nos volvamos gay?
¿Se acabará el mundo si la familia tradicional se transforma?

Hard Data:

Existen tres modalidades de adopción:
a) Individuo homosexual adopta
b) Pareja homosexual adopta
c) Pareja de padre adoptivo adopta al hijo
Como derecho civil, la adopción homoparental consiste en que un niño pueda ser adoptado, y así, legalmente ser hijo de los dos miembros de una pareja compuesta por dos personas del mismo sexo.
En Europa la modalidad a) es legal en Bélgica, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Holanda, Noruega, Polonia, Portugal, España, Suiza y Reino Unido. Está prohibida en Italia, Latvia y Lituania. En los Estados Unidos está permitida en todos los estados, aunque en Missouri, Nebraska, North Dakota y Ohio no es del todo claro. En Latinoamérica está permitida en Argentina, Uruguay, Colombia, Guyana francesa, Brasil y Costa Rica, en México es lo que la ALDF ahora, pretende prohibir.
En 2009, la adopción homoparental, es decir, la opción b), es un derecho reconocido en Andorra Bélgica, Canadá, Dinamarca, España, Guam, Islandia, Israel, Noruega, los Países Bajos, el Reino Unido, Sudáfrica, Suecia, Uruguay y en ciertos territorios de Australia y Estados Unidos. En Alemania, Finlandia y Francia es legal la adopción del hijo del otro miembro de una pareja de hecho o unión civil.
El tipo c) está permitido en Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Holanda, Noruega, España, Suecia, Reino Unido, Uruguay y Argentina. En los Estados Unidos es un tema que se decide a nivel municipal, de manera que hay estados que lo permiten y hay jurisdicciones dentro de los estados que lo prohíben.
Un dato interesante es que en Latinoamérica casi ninguna de las constituciones modernas permita ningún tipo de adopción. En Guyana la homosexualidad es ilegal. En Brasil la adopción por parejas, a), es aceptada en circunstancias excepcionales.

Decisión de Estrasburgo:
En 1998, una maestra de kindergarden de Lons-le-Saunier, viviendo en pareja con otra mujer, aplicó para la autorización para adoptar a un menor del departamento de Jura. El Comité de Adopción recomendó en contra porque el menor no tendría una referencia paterna, y el presidente del departamento se pronunció en contra de la autorización.
El caso fué apelado ante las cortes administrativas y terminó ante el Concejo de Estado, actuando como la Corte Administrativa Superior, la cual falló contra la mujer. La Corte Europea de Derechos Humanos concluyó que estas acciones y el fallo violaban el artículo 14 (prohibición de la discriminación) en relación con el artículo 8 (Derecho al respeto a la vida privada y familia) de la Convención Europea de los Derechos Humanos.

Un Estudio Alemán:
En se realizó un estudio por parte del Ministerio de Justicia Federal Alemán para determinar si los menores que vivían con padres homosexuales vivían bien, mejor o peor que aquellos que viven en familias tradicionales. El estudió fué realizado apenas a dos mil menores, pues es el número de menores en "familias arcoiris" que se tiene registrado en Alemania. Se sabe que hay muchos más, pero que sus padres no han legalizado su unión. Como ya anoté arriba, en Alemania se permite la adopción individual a) y la del hijo de la pareja c).
Los resultados muestran que:
• Las parejas homosexuales tienen una muy buena relación con sus hijos y que ésta se funda en la seguridad y el cuidado. Dan gran valor a los límites pero evitan las sanciones fuertes.
• El clima en las familias arcoiris es muy positivo, dice el estudio, pues se puede hablar abiertamente de todo y todos se preocupan por todos. Las familias se estresan menos y llegan menos a los pleitos.
• En las familias arcoiris la división de roles y tareas es igual, por lo que el ambiente en casa es más flexible y democrático que en el de las parejas heterosexuales. El reparto de tareas y administración del hogar se realiza por intereses y no por principios fijos o roles.
• Para el cuidado de los hijos, intervienen de la misma forma los dos, por ejemplo para llevarlos a la escuela o al médico o a actividades extra-escolares. Dependiendo de los intereses de los menores y de los padres, éstos van con ellos a determinadas actividades.
• En la mayoría de los casos los padres homosexuales dan un gran valor al hecho de que sus hijos tengan relación con personas del otro sexo para que tengan modelos y roles a su alcance.
• Fuera de las familias, muchos de los menores tienen contacto, en la medida de lo posible, con sus padres biológicos.
• Los menores que viven en familias arcoiris, según el estudio, se desarrollan personal, escolar y profesionalmente bien, así como en los aspectos emocional y de competencia social, se muestra que no tienen ningún problema.
• No se encuentran indicios para una mayor disposición a la depresión, al contrario, dice el estudio: los menores se desarrollan parcialmente mejor que los de las familias tradicionales pues muestran una mucha más alta autoestima y mayor autonomía en la relación con sus padres que los menores de la misma edad de familias tradicionales.
• Los menores y jóvenes reconocen en su desarrollo una influencia positiva por haber crecido en una familia arcoiris, dicen que ven en su tipo de familia un desarrollo a una mayor apertura y tolerancia e individualidad. Sin embargo, aceptan tener miedo a las discriminaciones y reacciones negativas de otros.
• La mayoría de las familias arcoiris han experimentado que entre más abiertamente hablan de su familia, más abierta y positiva es la reacción de los demás.
• Cada dos madres o padres homosexuales han vivido algún tipo de rechazo.
• Cada diez ha vivido algún tipo de discriminación con los burócratas.
• A pesar de que la mayoría de las burlas se presentan en la escuela, los padres de familias arcoiris informan sobre experiencias positivas pues al final se aceptan las formas distintas de vida.
• A pesar de que cada tercera familia arcoiris se siente insegura de informar su constelación familiar al personal de la escuela, en cada seis escuelas o guarderías las familias arcoiris o parejas homosexuales no son un tema.
• Dos tercios de expertos dicen que existe una necesidad concreta de cambiar el marco de las condiciones de los menores con las uniones homosexuales. Los menores son discriminados con respecto a los menores de familias tradicionales, porque sus padres no pueden tener el mismo derecho a adoptarlos ni tienen los mismos drechos financieros.
En resumen, el estudio muestra que la orientación sexual de los padres no es una garantía ni ningún impedimento para ser un buen padre o formar una familia en donde se busque el bienestar del menor.

El estudio fué realizado por encargo del Ministerio de Justicia Federal por el Instituto Bávaro de Investigación Familiar de la Universidad de Bamberg y fué complementado con un estudio psicológico de menores del Instituto Bávaro de Pedagogía Temprana en Munich.

Si el problema no es el desarrollo de los menores adoptados, ¿Entonces cuál es?

Un Estudio de los Estados Unidos:
Un Estudio de la American Psychological Association demuestra que las parejas gay son tan estables y felices como las parejas heterosexuales, con el “inconveniente” de que no poderlas formalizar y ser víctimas del rechazo y la discriminación.
El estudio demuestra que la mayoría de los gays y lesbianas están comprometidos en relaciones. Por ejemplo, los datos muestran que entre el 40% y el 60% de los hombres gay y entre el 45% y el 80% de las lesbianas están involucradas en una relación sentimental. Con datos del Censo de los Estados Unidos de 2000, se muestra que de 5.5 millones de parejas que estaban viviendo juntas, pero no casadas, 1 en 9 (594,391) estaba formada por parejas del mismo sexo. A pesar de que el censo no tomó en cuenta el número actual de parejas del mismo sexo, indicó que 301,026 de los hogares eran llevados por dos hombres y 293,365, por dos mujeres.
A pesar de la evidencia bastante persuasiva de que los homosexuales se comprometen en relaciones sentimentales, existen tres cuestiones que son normalmente presentadas:
1) Las relaciones de homosexuales son por lo general disfuncionales e infelices. Muy al contrario, como lo demuestran estudios en que se han comparado bajo medidas estandarizadas de cualidad con parejas heterosexuales (por ejemplo satisfación y compromiso): se encontró que las parejas homosexuales y las heterosexuales son equivalentes.
2) Una segunda cuestión es que las relaciones entre gays o lesbianas tienden a ser inestables. Los estudios indican que a pesar del clima social hostil en que esas relaciones se desenvuelven, muchas lesbianas y gays han formado relaciones durables. Por ejemplo, los datos muestran que han durado 10 años o más entre 18% y 28% de parejas gay y entre 8% y 21 % de parejas de lesbianas. También se ha especulado que la estabilidad de las parejas del mismo sexo sería favorecida si recibieran el mismo nivel de apoyo social y el reconocimiento público, tal y como lo reciben las parejas heterosexuales.
3) La tercera cuestión es que en los procesos que afectan la salud y la permanencia de las relaciones homosexuales son diferentes que aquellos que afectan a las relaciones heterosexuales. De hecho, el estudio ha encontrado que los factores que predicen la satisfacción, el compromiso y la estabilidad son idénticos en ambos tipos de parejas.

Desde 1975, expertos en psicología y psiquiatría han aceptado que la homosexualidad no es ni una enfermedad mental ni es un síntoma de una enfermedad mental (Conger, 1975).
Sin embargo, hay un creciente reconocimiento de que los prejuicios sociales, la discriminación y la violencia contra las lesbianas, los gays y los bisexuales tiene una cuenta acumulativa en la salud de esas personas. Los investigadores usan el término “estres de minoría” para referirse a los efectos negativos asociadios con las condiciones sociales adversas que enfrentan y experimentan los individuos que pertenecen a un grupo social estigmatizado (por ejemplo los viejos, los miembros de minorías de raciales o étnicas, los discapacitados, las mujeres, los pobres o quienes viven de la beneficiencia, los individuos que son homo o bisexuales).

La estabilidad y el compromiso de una pareja homosexual depende también del entorno en el que vive.

Me parece ilustrativo reproducir los resolutivos del estudio de la APA:

La APA ha establecido una política para deplorar todo tipo de discriminación pública o privada contra personas gay o lesbianas y hace un llamado a rechazar cualquier discriminación legal contra personas del grupo LGTB
La discriminación y el prejuicio basado en la orientación sexual afecta la salud mental y física, así como el bienestar social y económico de las personas.

Investigaciones antropológicas realizadas en hogares, relaciones de parentesco y familias a través de diversas culturas y a lo largo del tiempo, no apoyan la idea de que la civilización o el orden social viable dependan de el matrimonio como una institución exlusivamente heterosexual (American Anthropological Association, 2004).
Los estudios psicológicos realizados a las relaciones y parejas no arrojan evidencia alguna para justificar la discriminación en contra de parejas homosexuales.
La institución del matrimonio civil confiere un estatus social y beneficios legales importantes, derechos y privilegios.
A las parejas homosexuals les es negado el acceso igual al matrimonio civil.
A las parejas homosexuales que entran a una unión civil les es normalmente negado el acceso a los mismos beneficios, derechos y privilegios que se otorgan a los matrimonios (depende del país)
Los beneficios, derechos y privilegios asociados a las parejas de hecho no son disponibles de forma universal y no son iguales a aquellos asociados al matrimonio y son raramente accesibles.
Las personas que sufren discriminación basada en la edad, la raza, etnicidad, discapacidad, género o identidad de género, religión y estatus socioeconómico deberían de beneficiarse específicamente del acceso al matrimonio civil.

Por ello, la APA reconoce que es injusto y discriminatorio que se niegue a las parejas homosexuales el acceso al matrimonio civil y a todos los beneficios, derechos y privilegios que conlleva. La APA se opone a la discriminación legal de las parejas homosexuales. La APA anima a los psicólogos para eliminar toda discriminación contra las parejas homosexuales en su práctica, investigación, educación y entrenamiento. La APA proporcionará fuentes científicas y educativas para informar al público y las políticas públicas en materia de orientación sexual y matrimonio.

Un libro más:
Lesbian and Gay Parents and Their Children: Research on the Family Life Cycle de
Abbie E. Goldberg.

Un Estudio en España (nota de El Mundo.es octubre de 2004):
El Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid en un informe realizado en el año 2002 sobre la adopción por parte de las parejas homosexuales, junto con una serie de investigadores del departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Sevilla. En él se analizaron las dinámicas familiares, vida cotidiana y desarrollo infantil y adolescente dentro de este tipo de familias, denominadas homoparentales por los autores. El estudio concluye: "Lo importante de un hogar no es su forma externa, si está construido de piedra o de madera, si tiene una o dos plantas o si tiene tejado o azotea. Lo importante, realmente, es que sirva para las funciones de acomodo y protección que debe ejercer".
Se estudiaron los casos de 28 familias: 15 de ellas compuestas por madres lesbianas con hijos de anteriores relaciones heterosexuales; 10 por madres lesbianas o padres gays que tuvieron a sus hijos por adopción o por inseminación artificial y tres en las que los padres no tenían la custodia pero convivían con los hijos.
"El respeto a los demás y la tolerancia" es uno de los valores centrales de la educación en estas familias, caracterizadas además por "niveles altos de afecto y comunicación y niveles generalmente bajos de conflicto".
Según explican los autores, los ejes familiares analizados estaban bastante integrados en la sociedad. La vida cotidiana de los niños resultó ser muy parecida a la del resto de sus compañeros y lo mismo ocurrió con su desarrollo psicológico.
Sin embargo, el informe encontró dos diferencias relacionadas con la flexibilidad en los roles de género y la mayor aceptación de la homosexualidad.
A pesar de las posibles limitaciones que puede tener este estudio, como el tamaño de la muestra o la representatividad de la misma, los psicólogos destacan que, en lugar de con la orientación sexual de los progenitores, "los aspectos clave más bien están relacionados con el hecho de que en ese hogar se aporte a chicos y chicas buenas dosis de afecto y comunicación, se sea sensible a sus necesidades [...], se viva una vida estable con normas razonables [...] y que se mantengan unas relaciones armónicas y relativamente felices".
La Academia Americana de Pediatría es otro de los organismos que se ha pronunciado a favor de este tipo de adopción. Su argumentación se basa en que los niños tienen derecho a tener dos padres, sean éstos del mismo o de distinto sexo.

Voces de expertos en España:
Varios expertos entrevistados por 'elmundosalud.com' han decidido exponer sus opiniones sobre este tipo de adopción. Son puntos de vista a favor y en contra que ponen en evidencia la polémica suscitada.
Paulino Castells, doctor en medicina y psiquiatra experto en temas de familia:
Castells es una de las voces que se oponen a que se apruebe este tipo de adopción. "Nadie dice, ni puede decir, que una persona no tiene capacidad para educar a un niño, independientemente del sexo. Otra cosa es lo que va mejor [...] Cualquier persona puede educar con amor y cariño", señala.
"Yo lo que deseo para un niño es que tenga un padre y una madre. Para su identificación y la maduración de su personalidad necesita un modelo femenino y masculino, no un modelo de género sino también de sexo, diferenciado anatómica y psíquicamente", añade de forma contundente.

María del Mar González, directora del informe del Colegio de médicos de Madrid y la Universidad de Sevilla
"Yo miro esta ley desde el punto de vista de los derechos de los hijos de parejas homoparentales. Hasta este momento sólo podían tener un progenitor legal y en muchos momentos del día a día los derechos de los niños podían verse comprometidos", declara María del Mar González.
"Si nuestro estudio fuera el único, indicaría una tendencia pero no una realidad. Sin embargo se han hecho varias investigaciones y los datos han sido muy similares. Por eso, ahora no hay razones para pensar que la orientación sexual puede comprometer el desarrollo del niño".
Según esta profesora de Psicología evolutiva de la educación, en la Universidad de Sevilla, "la clave se encuentra en la dinámica de relaciones dentro del seno familiar, en el compromiso con el desarrollo y crecimiento del niño. Se trata, por tanto, de la calidad de vida más que de la estructura familiar".
Algunos niños entrevistados describían su eje familiar diciendo que "son como un matrimonio pero son dos mujeres que se quieren". "Parece que a los niños no les escandaliza el amor. Ellos no tienen los prejuicios que tenemos nosotros", añade.

Mercedes Valcarce, profesora titular de Psicología Evolutiva de la Universidad Complutense
Esta doctora en Psicología representa la otra cara de la moneda. "Estoy en contra de la adopción. Para su desarrollo el niño necesita un sentimiento de identidad muy sólido. Y eso lo da un figura masculina y femenina sólidas", recalca.
"El homosexual tiene una identidad lábil. Quiere un relación en espejo, busca una continuidad de sí mismo. Y eso es lo peor para el desarrollo de un niño, para que pueda crecer como persona armónica e independiente".
"Los niños de este tipo de parejas no van a tener identidad sexual. Los demás la adquieren porque ven que dos personas, un hombre y una mujer, se han unido para completarse. En cambio, los adoptados por homosexuales tendrían una identidad sexual muy conflictiva".
En cuanto al informe dirigido por María del Mar González, Valcarce se muestra descontenta ya que, en su opinión, "la metodología empleada en el trabajo es inaceptable".
"Todo niño adoptable ya tiene tiene problemas porque ha sido rechazado por los padres biológicos, es un punto de partida muy malo. Por eso, necesita padres en unas condiciones excelentes", concluye Valcarce.

José Luis Pedreira, presidente de la sección de psiquiatría infantil de la Asociación española de pediatría
Por el contrario, José Luis Pedreira, mantiene que son varios los estudios, realizados en distintos países, aportan resultados favorables de cara a este tipo de adopción.
Una de estas coincidencias señala que "el desarrollo psicosocial de los niños adoptados y criados en familias homoparentales adquieren niveles cognitivos, de habilidaes y competencias sociales, de relación con otros chicos y personas adultas y de identidad sexual que son totalmente equiparables con los de los niños que se educan y desarrollan en familias de corte heterosexual convencional".
"Ésta es la evidencia científica basada en pruebas. Lo demás son creencias y, por lo tanto, con escaso poder de datos contrastables, donde prima el juicio a priori y está ausente el análisis científico. Si no lo creen que no lo crean, pero que no lo impongan al conjunto de la sociedad".
"¿Qué es más bonito que permitir que se pueda hacer de un forma normalizada y no marginal? Es mejor porque las situaciones marginales son peligrosas y la visibilidad permite aclarar las cosas", concluye Pedreira.

Todo parece indicar que, como la educación de los hijos, es cuestión de enfoques. El debate sobre la idoneidad o no de una pareja homosexual para ser padre se resuelve en el debate de quiénes son los mejores padres o qué es ser un buen padre. ¿Alguien sabe?

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