miércoles, 9 de diciembre de 2009

El sueño de Juana Inés

Esta es otra entrada medio vieja, de abril de 2009:


Este precioso dibujo es del pintor @Anguiano, quise comprarlo pero me lo ganaron... chin!

Un día como hoy, pero de 1695 el mundo perdió físicamente a Sor Juana Inés de la Cruz o como su acta de nacimiento decía: Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana (o Asuaje). Juana nació en 1651 (o 1648) hija ilegítima de una criolla y un militar español, ella siempre mostró interés por aprender y como en aquella época las mujeres no tenían permitido estudiar, se ordenó primero como carmelita -demasiada rigidez- y después como jerónima donde escribió hasta que recibió la censura de los altos jerarcas de la iglesia espantados por ver una mujer pensante. Su Respuesta a Sor Filotea es prueba de esto, pues allí defiende Sor Juana, nos defiende, el derecho de las mujeres a cultivarse. Después Sor Juana tuvo que renunciar a su único placer: los libros.

Dice Vargas Llosa "el arzobispo Aguiar y Seijas y el confesor de Sor Juana, el padre jesuita Antonio Núñez de Miranda consiguen por fin, después de una sorda y silenciosa lucha de años, vencer la resistencia de la escritora, y hacerla abjurar de sus escritos y renunciar a la poesía, al estudio y hasta el pensamiento, acusarse a sí misma en una abyecta autocrítica de pecadora e insumisa, y vivir los últimos años de su vida convertida en una especie de autómata religiosa."

Juana Inés murió de fiebre a los 43 años.

La llamada décima musa se reunía con importantes poetas e intelectuales, como Carlos de Sigüenza y Góngora, Tomás Antonio de la Cerda, marqués de la Laguna, y de su esposa, Luisa Manrique de Lara, condesa de Paredes, con quien le unió una profunda amistad. La Fénix de América se interesaba también por las ciencias, en su celda llevó a cabo experimentos científicos, así mismo, compuso obras musicales.

Su una extensa obra abarcó diferentes géneros, poesía y teatro, influídos claramente tanto por Góngora, como por Calderón.

Ediciones digitales
Carta Atenagórica, 1690. Antología del Ensayo. Sor Juana Inés de la Cruz.
Carta de Sor Filotea de la Cruz, 1690. Antología del Ensayo. Sor Juana Inés de la Cruz.
Carta de Sor Juana Inés de la Cruz a su confesor: Autodefensa espiritual.
Cartas de Sor Juana Inés de la Cruz [PDF]: Carta Atenagórica, 1690; Respuesta de la poetisa a la muy ilustre Sor Filotea de la Cruz, 1691. De edu.ar, el portal educativo del Estado argentino. Copyright elaleph.com.
El Divino Narciso, [PDF] De edu.ar, el portal educativo del Estado argentino. Copyright elaleph.com.
Loa para el Auto Sacramental de El Divino Narciso, Universidad de Gutenberg.
Respuesta de la poetisa a la muy ilustre Sor Filotea de la Cruz, 1691. Antología del Ensayo. Sor Juana Inés de la Cruz.
Estudios sobre Sor Juana
Sobre Sor Juana y las Trampas de la Fe (Vargas Llosa sobre Paz)

Como siempre hay otro punto de vista, acabo de leer que hoy precisamente el escritor Alejandro Soriano, presenta un ensayo que refuta lo escrito por Paz, fundamentalmente en lo que respecta al carácter de Sor Juana y el hecho de que haya tenido problemas con la jerarquía eclesiástica. Aquí la nota del REFORMA:

A Sor Juana la pintan de colores falsos. Le ponen tonos llamativos, estridentes, la tildan de insumisa, mundana, altiva... pero esa no es la verdadera poeta de Nepantla, sostiene el ensayista y crítico literario Alejandro Soriano, quien se asume como un estudioso "disidente".
En La hora más bella de Sor Juana, su libro más reciente, presenta una imagen de la monja jerónima distinta y opuesta a la difundida por el Nobel Octavio Paz, quien entre otras cosas destacó el carácter rebelde de la autora de Primero Sueño.
Según Soriano, galardonado en 1995 con el Premio Nacional de Ensayo Sor Juana Inés de la Cruz, la escritora nacida en 1651 no tuvo conflictos con la jerarquía eclesiástica novohispana ni fue obligada, por eso, a deshacerse de sus libros e instrumental científico pocos años antes de su muerte, ocurrida en 1695.
Fue la monja, humilde y caritativa, quien voluntariamente ofreció sus libros y utensilios de estudio para que se vendieran y, con el dinero obtenido, la iglesia repartiera limosna entre los necesitados, subraya en el libro que será presentado el 17 de abril en el Palacio Nacional.
Ésa fue la "hora más bella" de la Décima Musa, cuando antepuso su fe religiosa a la creación artística, añade en el volumen, una coedición del Conaculta y el Instituto Queretano de la Cultura y las Artes.
Soriano fundamenta su tesis en documentos que José Antonio Rodríguez Garrido encontró en la Biblioteca Nacional de Perú, con escasa difusión en México porque, a juicio del investigador, echan abajo los planteamientos de muchos sorjuanistas que han dicho lo contrario. "Por eso están callados", dice.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

No estamos callados; estamos acumulando las numerosoas imprecisiones arrogantes de Soriano Valles en sus libros sobre los dias polemicos y finales de Sor Juana, fundamentandolas con documentos de primera mano y no librescas o prejuiciadas por la admiracion ciega.... Ya lo escribio Sor Juana: "A éstos, vuelvo a decir, hace daño el estudiar, porque es poner espada en manos del furioso; que siendo instrumento nobilísimo para la defensa, en sus manos es muerte suya y de muchos...".

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