Muchos se preguntarán por qué me atrevo a mencionar aquí el día de la Constitución de Estados Unidos y me rehusé a hiperfestejar el 200 aniversario de la independencia mexicana.
La cosa es fácil, nunca estuve en contra de la conmemoración del bicentenario, lo que me parece ridículo es hacer un fiestón multimillonario en un país donde el 49% viven en la pobreza, en un país donde en los últimos 4 años han muerto entre 25mil y 30mil personas en una guerra que es inconstitucional y contraria a los derechos humanos. Me parece que no es necesario tirar el dinero por la ventana para demostrar que nos interesa la independencia, que es importante la historia y las luchas que se hicieron en el pasado para conseguir la libertad, la igualdad, la legalidad.
Que estuvo bonita? claro que sí, nada más faltaba que 3mil millones de pesos resultaran en una porquería. La cuestión es, ya se quemaron, ese dinero se esfumó, ya fue y ahora? nos quedamos con los videos y las fotos. Bien, y qué más? Hay obras que perdurarán en el tiempo? hay algo de lo que nuestros hijos y nietos se sientan orgullosos? qué hizo nuestra generación para conmemorar un evento así? una pachanga, con 7 toneladas de pólvora, un gigante y un show que quizá buscaba superar a los chinos en las olimpiadas de 2009.
Me parece que ese dinero pudo haberse invertido en cosas que perduren, pero al parecer la fiesta, la pachanga, era mucho más importante. Y esa es una de las cualidades del mexicano de las que yo no me siento orgullosa. Porque suena simpático y amable, pero implica muchas cosas que son precisamente las que nos hacen inmóviles e indiferentes. La fiesta es hoy, y mañana? ya veremos. Y todo queda para mañana, porque hoy hay que festejar, "lo merecemos". Por eso no lo festejo, ni lo festejaré, aunque haya estado "padre". Decir hoy, valió la pena, me parece conformista y grosero. Para mi es equivalente a hacer un viaje de reyes a París y aunque no tenga para comer ni vestir ni pagar colegiaturas ni agua luz y gas, diga a mi regreso con las manos vacías, "pero valió la pena". Algunos preferirán vivir así, a mi me parece que el dinero público no debe ser tirado en 7 toneladas de pólvora. Nadie dice que se debían guardar en sus casas y que no hubiera grito. Sí, pero más modestia y más responsabilidad con el dinero público, que en un Estado responsable sirve para el bienestar de la población y el circo no produce bienestar, nada más euforia, y como tal, es efímera. Con eso nos conformamos?
Hay que conmemorar, esto es, no emborracharnos con alcohol, cuetes, gritos y catarsis nacionalistas, sino como dice la palabra que sugiero, hacer memoria y reflexión sobre qué queremos ser en el futuro como nación, por lo pronto a mi me quedó claro: queremos seguir siendo el país pachanguero, adolescente e irresponsable, con mariachis y tequila. No lo comparto. Pero luego no nos enojemos por los estereotipos, si nosotros mismos los fomentamos.
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Ahora, Constitution Day, bueno es obvio, la Constitución de los Estados Unidos es un paradigma para el Estado de leyes (rule of law and not of men), a mi me maravilla ese documento y su vida normativa, redactado en 1787 sigue perdurando en el tiempo. Celebro la idea de Constitución que diseñó la Convención de Filadelfia con Madison, Hamilton, Washington, y firmó un día como hoy, 17 de septiembre. (Claro, más sus 27 enmiendas).
New Yorker presenta un libro ilustrado sobre la Constitución realizado por el "caligrafista" Sam Fink, que dicen, seguramente será usado para las escuelas. La fotografía que aquí aparece es parte del libro, en ella caracteriza a la Constitución de los EEUU como la columna vertebral del sistema. Desde 2004 es obligatorio que se dediquen créditos a la Constitución en las escuelas, a su génesis, su implementación y su significación que perdura. Acá un Fact Sheet para los maestros. El mismo Fink de 94 años ha dibujado otros documentos, como el Discurso del Gettysburg.
Pienso que no sería malo hacer un paralelo entre la normatividad de la Constitución de los Estados Unidos y sus 223 años de historia, y la Constitución mexicana, producto del devenir de una nación que intenta ser libre e igualitaria desde aquél 1810. Meditación que no estaría fuera de tono para el cententario de la Revolución, después de todo las reformas a la Constitución de 1857 que resultaron en la vigente Constitución de 1917 provienen de los reclamos sociales de esa lucha armada. A nuestra Constitución le hace falta una profunda revisión, sino es que se requiere de una nueva, pues creo, una nueva norma fundamental traería algo fundamental para apuntalar su fuerza normativa: la voluntad de vivir en Constitución.
Compararnos no es malo, a veces sirve para fijarse metas. No, no quiero que México sea como Estados Unidos, pero sí me gustaría que tuviéramos el arraigo del constitucionalismo como idea, como objetivo y como sistema que tienen en Estados Unidos. Y por eso, lo celebro hoy.
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Un libro o colección de libros como el de Sam Fink acerca de la historia de México, la historia de sus constituciones, los discursos importantes, en fin, algo así me hubiera parecido mucho más valioso y dinero mejor gastado que los últimos 5 minutos de los 15 de cuetes.
Aquí el sitio del Constitution Center con videos, documentos e información sobre la Constitución y los eventos para hoy. Me llama la atención los "kits" para maestros para dedicar el día en las escuelas, habrá algo así en México Alonso Lujambio? o sólo cuetes y megapuentes?
Encontré este video de una mesa de discusión sobre el pensamiento de Hamilton y Jefferson:
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