jueves, 19 de mayo de 2011

#ReformaDDHH APROBADA unas reflexiones

El día de ayer Tamaulipas se convirtió en el estado número 16, cuyo Congreso aprobó las reformas a la Constitución conocidas como Reforma de Derechos Humanos (#ReformaDDHH)

Hoy en día México vive un periodo de violencia desmesurada, en el que el combate a la delincuencia parece ya no regirse por las reglas del Estado de Derecho y en donde los derechos humanos se han convertido en límites incómodos para la realización de tareas de seguridad pública. A pesar de la –trunca- reforma penal, la sensación del ciudadano común es que nuestros derechos son una quimera y que el respeto a éstos es simplemente una promesa vacía que hiciere la autoridad en tiempos de bonanza.

La reforma constitucional de Derechos Humanos embona perfectamente con el objetivo de la reforma penal y de la recién aprobada reforma en materia de Amparo. La primera intenta redefinir la relación del ciudadano con el Estado en materia de justicia y procuración de justicia, donde el respeto a los derechos y garantías mínimas del proceso son piezas fundamentales. La reforma en materia de Amparo, amplía el alcance de este recurso e incluye la posibilidad de exigir justicia ante violaciones a los derechos humanos reconocidos por la vía de tratados, no sólo a través de normas o actos, sino a través de omisiones, lo que implica que la autoridad no solamente deberá abstenerse de violar derechos, sino que se esperan de ella, además, acciones concretas dirigidas a su promoción y protección.

La reforma no sólamente nos reconoce, a nivel constitucional, todos los derechos humanos incorporados por la vía de tratados internacionales, sino que además los hace obligatorios de manera inmediata. Vincula a todas las autoridades al respeto, promoción, garantía y protección de nuestros derechos y establece de manera clara los principios bajo los cuales, todas las autoridades, deberán interpretar y aplicar las normas de derechos humanos. Con la reforma se orienta toda la actuación del Estado hacia el respeto y la consideración, invariable, de los derechos humanos, esto no es poca cosa, implica un cambio de paradigma que tendrá efectos provechosos en México.

La reforma cambia los principios de la conducción de la política exterior con base en el irrestricto respeto a los derechos humanos, y las relaciones de México en el ámbito internacional, así como con personas de nacionalidad diversa a la mexicana, se verán notoriamente mejoradas al ser reguladas por el acatamiento de las normas que protegen libertades y derechos.

La reforma reformula y aclara el estado de excepción y se establecen reglas claras sobre derechos que en ningún caso podrían ser suspendidos, lo cual urge en el momento que vive nuestro país, donde en muchos estados de la República, la violencia y perturbación social que se vive es verdaderamente alarmante.

Además, mediante esta reforma se amplían las facultades del órgano encargado de velar por los derechos humanos en México. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) tendría la posibilidad de realizar investigaciones sobre violaciones graves a los derechos humanos, facultad extraña en manos de la Suprema Corte. La reforma obligará a la autoridad a responder las recomendaciones que le haga la CNDH, lo que hoy se antoja indispensable al encontrarnos frente a una marea de recomendaciones no atendidas o rechazadas sin mayor explicación.

Finalmente, mediante esta reforma se admitirán acciones de inconstitucionalidad interpuestas por la CNDH en contra de normas que vulneren derechos humanos (de acuerdo con el nuevo artículo 1°, es decir, no sólo los reconocidos en la Constitución, sino los reconocidos por la vía de los tratados).

En resumen, esta reforma encierra en un círculo virtuoso el sistema de derechos humanos en el que estos gozan de supremacía constitucional y en consecuencia vinculan directamente a todas las autoridades, es decir, se convierten en fuente y límite indispensable de cualquier norma o acto y son norma imperativa que no puede ni violarse ni incumplirse.

(extracto de mi texto 'Carta a nuestros Legisladores')

Según la CMDPDH, 12 de los 16 estados que la han aprobado tienen gobiernos priístas, 1 con coalicion PRI-PVEM-Nueva Alianza (Tamaulipas), 1 panista (Sonora) y 2 con un gobierno del PRD o proveniente de una coalición conformada por el PRD, PT y Convergencia (Chiapas y Baja California Sur).

Pienso que el partido en el Gobierno Federal podría haber demostrado su interés en la promoción, protección y garantía de los derechos humanos acelerando la aprobación en los estados en donde gobiernan o tienen mayoría legislativa.

En el Senado, hubo un grupo de senadores del PAN que quisieron votar en contra de la reforma, pues les daba miedo que al incluir la palabra "sexuales" en el artículo 1° se permitiera la pederastia y "el sexo con vacas".

La realidad es que la reforma estuvo a punto de sucumbir a manos de senadores del PAN, @alconsumidor y @roblesmaloof estuvieron allí, cabildearon con los panistas la aprobación, la verdad es que si no fuera por ciudadanos comprometidos como ellos, la reforma no hubiera pasado. Agradezco mucho a Daniel Gershenson (@alconsumidor) que me hizo el favor de entregar mi Carta (abajo el enlace) a los Senadores. La comunidad de twitter presionó por esa red social a los senadores del PAN. Al final, la dividida bancada panista consiguió el mínimo de votos para que pudiera pasar la reforma. Reconozco la importante labor de Santiago Creel.

Ver el Blog de Jesús Robles Maloof Aquí

El fin de semana en Jalisco se organizó una marcha "anti-gay" donde se pedía la no aprobación de la reforma porque se destruirá la familia, los valores y quizá el mundo si las personas con sexualidad diversa tienen derechos.

Un diputado de Puebla respondió a Roberto Alonso, Secretario del Capítulo Puebla de la AMEDI, que no molestara al ser cuestionado por qué el Congreso poblano no había revisado y votado la reforma.

Es verdad que también hace un par de meses se habló sobre las dudas que tendrían algunos gobiernos locales sobre la contradicción con el principio federal de las reformas, pues los derechos contenidos en tratados internacionales gozarán rango constitucional, y los tratados son solamente aprobados por la Cámara de Senadores (sin intervención de los Congresos locales como sucede con las reformas constitucionales). Esta cuestión, se dijo, fue planteada por gobiernos del PRI, en especial en el Estado de México.

EL deabte me parecía sano en la media en que se trata de una cuestión de fondo, importante en un Estado Constitucional y de nivel científico, a diferencia del "sexo con vacas". Sin embargo, es de llamar la atención que esos gobiernos busquen proteger el federalismo en cuestiones relacionadas con los derechos humanos y no, como ha sucedido durante este sexenio, con cuestiones relacionadas con la seguridad pública (reformas penales, la llamada narcomenudeo, depuración policiaca, en fin, todo ello con cargo a los gobiernos locales y SIN recursos) y otras reformas que dan al traste con el principio federal. (Otro ejemplo de ello sería el Michoacanazo)

La celeridad con que las reformas fueron aprobadas en Coahuila, Chiapas, Colima, Yucatán, Chihuahua, Campeche, Zacatecas, Quintana Roo, Estado de México, Durango, Sonora, Aguascalientes, Tabasco, Veracruz, Baja California Sur y Tamaulipas me parece que es una muestra del compromiso con los derechos humanos de algunos gobiernos locales, en especial de algunos legisladores.

Lo cierto es que la sociedad mexicana hoy exige la garantía, promoción y respeto de los derechos humanos, creo que quedó claro el pasado 8 de mayo.

Ahora es turno del Ejecutivo su pronta publicación en el Diario Oficial, veremos qué tan comprometido está con el tema. Ya ha dicho que le cansa. La prioridad del Gobierno Federal deberían ser los derechos, pero al existir una "falla" en la comunicación entre el gobierno y los ciudadanos, -ni siquiera es un ni los veo ni los oigo, aquí es un los oigo, pero yo sé mejor- el Presidente Calderón y su Gabinete siguen instalados en la dinámica de los daños colaterales. Una pena para México.

Ayer apenas se anunció que el Gobierno de Sinaloa optará por la censura de los 'Narcocorridos' pues promueven el delito (!). Inmediatamente el Gobierno Federal le hizo la comparsa. Sólo eso nos falta ya, que además de los embates a la libertad de expresión por la falta de seguridad a periodistas y activistas de Derechos Humanos, se sume la censura de música popular mexicana, qué sigue?, me pregunto. Acá encontré un trabajo interesante sobre el corrido mexicano.

La libertad y los derechos son conquistas continuas, requieren trabajo constante. Ayer, se ganó otra batalla. Bravo.

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