martes, 7 de junio de 2011

El drama de los pepinos infecciosos: proceden las demandas?


Seguramente se habrán enterado ya de la emergencia sanitaria que existe desde hace ya unos 10 días en Alemania. Hay un brote de E.coli (conocido aquí como EHEC) que ha cobrado la vida de más de 20 personas, hasta el momento se habla de unos 1200 infectados de los cuales unos 700 habrían desarrollado el síndrome HUC que produce la Toxina Shiga y que frecuentemente provoca daño renal y/o síndrome urémico hemolítico.

Los primeros días de la llamada crisis del pepino (Dios, qué nombre tan poco serio!) las autoridades alemanas (que siguen instaladas en el caos total) señalaron como posible origen de la bacteria (del tipo O104) los pepinos y tomates provenientes de agricultores del norte de Alemania, lo que enseguida fue reclamado por éstos, pues se generarían enormes pérdidas. Para el 25/26 de mayo el Gobierno de Hamburgo (donde se desató la crisis y sigue siendo la ciudad con mayor número de enfermos) y el Instituto de Protección al Consumidor advirtieron que era posible que la bacteria venía de pepinos procedentes de España y enseguida la prensa difundió la información, lo que lastimó severamente la reputación y los bolsillos de los agricultores de pepinos en las provincias de Almería, Granada y Málaga.

Desde entonces España enfurecida reclama a Alemania haber manchado su reputación. Para mi gusto, las autoridades alemanas, si bien no han sido consecuentes en su actuar, tenían la obligación de informar a la población sobre las POSIBLES fuentes de contaminación con una bacteria que está matando personas o causando daños irreversibles en riñones y cerebro. Que se reclamen millones o billones de euros como daño me parece de lo más frívolo cuando se trata de vidas humanas. El manejo de la crisis y sobre todo, el manejo de la información por parte de las autoridades alemanas ha sido muy malo. Hay muchas autoridades involucradas: el Ministerio de Salud, el Instituto de Protección al Consumidor, el Instituto Robert Koch (encargado del control e investigación de epidemias e infecciones) y las autoridades correspondientes a nivel local. Todos hablan, no hay un vocero o una autoridad que comunique los avances o noticias y la información es realmente caótica.
Comprendo que el problema ha sido la toma de decisiones, pero pienso que "más vale prevenir que lamentar" actuar rápido y después hacer el control de daños, a esperar a que se compruebe algo y mientras la gente siga consumiendo alimentos infectados. Sobre todo si la bacteria es tan agresiva y puede ser contagiosa entre personas (en baños públicos por ejemplo). ante los pocos datos que se tienen se deben tomar decisiones, que no han resultado en todos los casos ser las mejores. y si si? Y si si eran los pepinos españoles? Y si si eran los alimentos que vendieron en feria en Hamburgo? y si si fue el restorán de Frankfurt? Y si si eran los gérmenes?
Evidentemente hay que tener en cuenta que las condiciones que requiere la bacteria para sobrevivir (calor y humedad) hace que ésta pueda encontrarse en cualquier otra fruta o verdura, y que no se puede dejar de comer todo o prevenir por todo, sería un desastre para los agricultores, pero, si las investigaciones están arrojando resultados de la presencia de la bacteria en determinados alimentos o de las entrevistas con los pacientes se puede concluir que todos consumieron X alimento, pienso que es mejor informar de ello a la población que quedarse con estos datos a esperar a que los laboratorios lo comprueben al 100%, pues no vaya a ser que "alguien pierda dinero". Claro que duele ver cómo se destruyen toneladas de alimentos, igual que cuando los pollos con dioxina se mató a estas aves, o con las vacas locas. Me parece que sería una irresponsabilidad de las autoridades autorizar la venta y consumo de alimentos sobre los que se tiene la sospecha de estar infectados con una bacteria potencialmente mortal.
Ayer platicábamos sobre esto @tiosulfato y yo:


Hoy, me encuentro en el sitio Legal Tribune Online, dedicado a analizar desde el punto de vista jurídico las noticias actuales, una nota acerca de la demanda para indemnizar a los agricultores españoles.
El texto fue escrito por Stephan Schäfer, investigador del Instituto de Investigaciones de Derecho Alimentario Alemán y Europeo. En su texto, Schäfer explica por qué las autoridades alemanas actuaron correctamente, sobre todo, actuaron legalmente, pues
"el Derecho alimentario alemán establece como medidas efectivas de reacción la advertencia al consumidor."
Inclusive, existe una sentencia del caso Birkel del Tribunal Superior de Stuttgart de 1990 en donde se determinó que las autoridades deben hacer públicos los nombres de los productores aún cuando un procedimiento administrativo no ha sido concluído (por ejemplo cuando una prueba genética en un segundo laboratorio no ha sido realizada ni valorada). A través de esto (que es lo que ha sucedido con esta crisis) los consumidores pueden ser por un lado, informados de manera rápida, aunque por otro lado, se aumenta el peligro de errores en la información.

Schäfer explica que "El fundamento legal de la pretensión de responsabilidad del Estado se encuentra en el §839 del Código Civil (BGB) en relación con el artículo 34 de la Ley Fundamental. Para ello, deberá comprobarse que la autoridad responsable actuó de forma contraria a la ley al informar al público sobre la probabilidad de que los pepinos provenientes de España estuviesen infectados." Sin embargo, como se explica arriba, los avisos están justificados siempre y cuando exista un peligro considerable a la salud. (el concepto de peligro en el derecho público alemán, es todo un tema, existen diversos conceptos y tiempos para el peligro que van "abriendo" las posibilidades de actuación de las autoridades y su ámbito de discrecionalidad. En el Derecho policial es donde más se hace uso de este concepto)

"El aviso realizado a la población por parte de las autoridades de Hamburgo y del Instituto de Protección al Consumidor sobre los pepinos españoles se debe analizar a partir del §40 del Código de Alimentos y Alimentos para Animales (Lebensmittel- und Futtermittelgesetzbuchs (LFGB))Allí se detalla cómo debe proporcionarse la información al público en escenarios de crisis -de acuerdo con el Derecho Europeo-. Este parágrafo confirma que se actúa legalmente si frente a una sospecha suficiente de un peligro para la salud se informa de acuerdo con el principio de proporcionalidad."

Y sigue-
"Las autoridades responsables habían encontrado efectivamente la bacteria EHEC en los pepinos. Con base en la evidencia médica, esta bacteria era responsable de diversos casos severos de diarrea y un fallecimiento. Cuestionable fue sin embargo, si la bacteria E.Coli encontrada es la que producía la toxina Shiga."
"De acuerdo con el § 40 LFGB, en el momento del aviso no es necesario que se hayan disipado todas las dudas. En el caso EHEC las autoridades pueden justificar su actuar en que el peligro para la salud era muy grave. El hallazgo de la bacteria se encontraba temporalmente en estrecha relación con el desencadenamiento de la enfermedad fue para las autoridades razón suficiente para realizar el aviso. Por lo que hace al ejercicio de proporcionalidad (balanceo) en este caso no hay duda de que la vida y la salud prevalecen por sobre lo demás y las autoridades tenían que actuar de manera efectiva. Se esperaba que se diera el dato sobre el origen de los pepinos pues sólo de esta forma podría el consumidor identificar el alimento contaminado."

Sobre el sistema de alarma europeo, Schäfer explica que
"Alemania actuó de manera legal, pues el aviso se puede medir solamente de acuerdo con las reglas internas. En cuanto los autoridades se dieron cuenta del error, retiraron el aviso. De forma objetiva, los agicultores españoles sufren daños no desde que se dio el aviso concreto sobre los pepinos españoles, sino desde que se dio el aviso sobre la bacteria en pepinos, tomates y lechugas -por cierto, igual que sus colegas alemanes-." Y se pregunta: "no sería entonces más lógico que se hubieran quejado desde el primer aviso?"
"La actuación de las autoridades se justifica en el hecho de que en vista del excepcional y severo desarrollo de la enfermedad y del hecho de que al tratarse de un microorganismo capaz de reproducirse y propagarse. Por ello se vieron obligados a tomar medidas de forma rápida con base en los conocimientos y experiencias científicas que se tenían a la mano."
Schäfer, concluye con una crítica
"El enojo de los agricultores es comprensible. También en estos casos se muestra la problemática de los avisos gubernamentales: una vez hechos públicos no es posible retirarlos. El pánico se propaga en tiempos de la internet de forma muy rápida, más que cualquier bacteria. Encontrar la medida correcta, pone a los responsables frente a requisitos insuperables. Aún cuando las demandas por daños de los agricultores españoles contra las autoridades alemanas tendrán el mismo éxito que la lucha de Don Quijote contra los molinos, la historia aquí no acaba. La retórica del lado español deja ver una pizca de orgullo lastimado sobre un claro cálculo político, que busca que la UE se responsabilice. La ayuda financiera aparece como la vía de la reconciliación del pepino -no sólo del español."

-La traducción del texto del alemán, es mía.

Y bien, la información de hoy es que el germen no está contaminado (el domingo el Ministro de Salud de Niedersachen dio ese aviso), que seguimos con la sospecha en pepinos, tomates crudos y ensalada. La cuestión es que el Ministro de Salud ha resultado ser un reverendo ausente.

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