viernes, 1 de mayo de 2009

Sin filosofía, qué?

Antes de irme de vacaciones, salió la terríble noticia de que la SEP no incluyó el curso de filosofía en el currículum de Bachillerato, lo que generó diversas reacciones: Jornada y Reforma

Evidentemente esto es muy malo para la formación de los bachilleres, de por sí en México la calidad de la educación es muy baja (secuestrada por Elba Esther Gordillo y sus SNTEs con el apoyo del Gobierno) y no se enseña a pensar, sino a memorizar. La filosofía es una materia importantísima en el desarrollo de un estudiante, pues da fundamento al pensamiento, lo forma y lo orienta. No es posible formar estudiantes que carecen de conocimientos básicos de lógica y ética. Un estudiante sin ello, está condenado a la pasividad de pensamiento. No se puede aspirar a una sociedad democrática y por lo tanto crítica, con estudiantes que no saben pensar, criticar y reflexionar. Aunque no hayan sido de la calidad deseada, los cursos de filosofía son indispensables en la formación de las nuevas generaciones.

Una democracia requiere de ciudadanos que tengan entendimiento básico de civismo y filosofía, así como es importante saber sumar, conocer nuestro cuerpo o haber leído El Quijote, parte de nuestra formación es también saber pensar y entender nuestro papel social.

Se ha envíado una carta al Presidente y al Secretario de Educación que ha sido firmada por varios representantes de Universidades e Institutos relacionados con la filosofía:
DOCUMENTO ENTREGADO AL SUBSECRETARIO DE EDUCACIÓN PÚBLICA, MIGUEL SZÉKELY PARDO, EL DÍA 28 DE ABRIL DE 2009 DURANTE LA ENTREVISTA CON MIEMBROS DEL OBSERVATORIO FILOSÓFICO Y LA COMUNIDAD ACADÉMICA DE FILOSOFÍA.
Extracto de otra carta en donde se solicita una entrevista con el Secretario Lujambio y el Subsecretario Székely:

"En contra de la tradición histórica fructífera del México moderno y de lo recomendado por la UNESCO, la actual reforma educativa impulsa la desaparición paulatina de la filosofía (determinante y sustancial en la Educación Media Superior); también con esta medida, contribuye a su desaparición en las Universidades. La tendencia se ha expresado bajo distintos signos en las últimas dos décadas: se han hecho intentos de desaparecer las carreras de Filosofía en algunas Universidades del país, de reducir y eliminar materias filosóficas en los planes de estudio de distintas instituciones de Nivel Medio Superior; se han hecho intentos de reducir horas para la enseñanza de estas materias. La sustitución de las disciplinas filosóficas por otras afines como “construcción ciudadana”, “formación ciudadana y ética” o “Argumentación filosófica”, que se iniciarán a partir de agosto de este año, implican un real desplazamiento del filósofo y de la filosofía en la educación nacional.

No debe abandonarse la formación humanística y filosófica del joven bachiller en un país donde los problemas sociales, económicos, políticos, culturales, ecológicos, etc. están a la orden del día. No debe fomentarse una sociedad carente de valores éticos, reflexión crítica, análisis lógico; carente de conciencia del sentido de su propia vida y su entorno, que hace análisis respecto de la ciencia y la tecnología modernas, que analiza su participación política con responsabilidad. No debe desprotegerse a la sociedad suprimiendo la reflexión filosófica y humanística en un nivel educativo conformado por millones de jóvenes mexicanos entre 15 y 18 años, a punto de ser ciudadanos votantes, a punto de emprender una profesión, o a la mayoría que concluye sus estudios en el bachillerato por motivos diversos, insertándose en el mercado laboral o la responsabilidad familiar; o a muchos otros que están expuestos por su edad o por su condición familiar y social, a caer en actividades ilícitas o en adicciones.

Las diversas disciplinas filosóficas (como la lógica, la ética, la estética, la filosofía mexicana, la filosofía política y la epistemología) permitirán a los egresados constituirse en ciudadanos autónomos, libres, reflexivos sobre su problemática y responsables en la toma de decisiones; les brindarán elementos para desempeñarse de mejor forma en cualquier actividad, laboral, profesional, social, etc., contrarrestando la apatía, la indiferencia, la corrupción, la enajenación, la explotación y la ignorancia. Además les inculcarán la tolerancia intercultural, los medios para la conformación de un pensamiento claro sobre su propio potencial y sus límites; promoverán el respeto y la tolerancia hacia las opiniones de los otros; educarán en la paz y los valores democráticos; justificarán opiniones en forma argumentada; consolidarán el conocimiento y el buen juicio. Debido crisis de valores que afecta de manera especial a la juventud, se requieren individuos que sustenten la vida en principios para poder resolver la conflictividad social. Todo lo anterior bastaría para demostrar la importancia y necesidad de la filosofía como parte de la educación."

Para continuar leyendo ésta carta y otras informaciones al respecto, visita el Blog Observatorio Filosófico

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