Leo hoy en el Frankfurter Rundschau una nota de Christopher Hitchens sobre la capitulación de Yale University Press. Busqué la nota en inglés en Slate, que es esta y es la misma que la del FR.
En ella Hitchens en su tono ácido critica con gran razón el miedo de Yale a publicar las caricaturas en el libro "The Cartoons That Shook the World" del profesor de la Brandeis University, Jytte Klausen. El libro pretende contar la historia sobre las caricaturas de Mohamed publicadas en 2005 en el diario danés Jyllands-Posten. Como recuerdan, esto provocó manifestaciones y agresiones por parte de fundamentalistas islámicos que vieron en las caricaturas una ofensa a sus creencias.
No sólo eso, se autocensuraron ilustraciones sobre el inferno de Dante, lo que con razón apunta Hitchens es peligroso, pues podría sentar un precedente contra la libertad artística. Ahora los museos y galeristas -claro y los artístas- podrían ser censurados si representan algo que podría llegar a lastimar las creencias de alguna persona. El fin del arte.
La realidad es que la capitulación de Yale es una autocensura que acaba dando la razón a la intolerancia. El hecho de que un diario danés publique una serie de ilustraciones sobre Mohamed es un acto amparado bajo la libertad de expresión y que no debería ser objeto de censura en el mundo occidental, que se supone que representa la defensa de los derechos y libertades.
Es contradictorio publicar un libro que seguramente analiza desde un punto de vista liberal el asunto y claudicar de su contenido, aunque sea simbólicamente.
Hitchens critica que la editorial haya decidido no publicar las caricaturas porque "podría provocar o instigar a la violencia", a ello responde: "instigar es tener deseo de que algo suceda, provocar es una connotación pasiva, igual que cuando se dice que una mujer que no usa el velo provoca a los hombres a que abusen sexualmente de ella, esa es la lógica que ahora usa Yale."
Y tiene toda la razón. Se puede instigar a la violencia por medio de un libro que analiza lo que implica la libertad de expresión? Como dice Hitchens, en todo caso, el fundamentalista que vuele una librería será quien tenga la sangre en sus manos y no el editor del libro.
Si uno no se cree las premisas de la libertad, entonces mejor no hay que defenderlas y pasarnos del lado de los censores.
Las caricaturas las puedes ver aquí.
sábado, 22 de agosto de 2009
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