miércoles, 30 de septiembre de 2009
Quién votó a los liberales?
Uno de los temas postelectorales es la cuestión de los electores del FDP. Y es que tradicionalmente el sistema de partidos alemán se reparte de la siguiente forma: Los dos grandes partidos populares o Volkspartei que representan todo, es decir, intereses generales y no particulares. Unos englobados en la democracia cristiana y otros en la socialdemocracia, es decir, unos conservadores y otros socialistas. Y los partidos chicos que representan temas o intereses particulares: el liberalismo económico y político, el medio ambiente y recientemente, el trabajador. Tradicionalmente, los dos Volksparteien se repartían la mayoría de los votos, quedándo los otros chicos en porcentajes por debajo del 10. Para entrar al Parlamento un partido debe obtener un 5% de la votación, de manera que hasta la década de los ochenta el poder se repartía entre la Unión, el SPD y los liberales del FDP, quienes formaron gobiernos con uno u otro. Con la entrada en escena de los Verdes y después con Die Linke, apenas la elección pasadao, el reparto tradicional de votos se ha distorsionado. Yo calculaba antes de ésta elección que el reparto sería más o menos algo así: 30% para la Unión, 30% para el SPD y 10% para cada uno de los chicos. Si tomamos en cuenta que se presentan unos 27 partidos, entonces el porcentaje restante se repartiría entre ellos.
Los resultados quedarón así: 33.8% Unión, 23% SPD, 14.6% FDP, 11.9% Die Linke, 10.7% Verde, 6% otros (2% del Partido Pirata)
El "bajón" del SPD y la subida del FDP ha provocado que muchos analistas se cuestionen si hoy se puede seguir hablando de Volksparteien, si el SPD sigue siendo uno y si el FDP se está convirtiendo en uno. El FDP, como lo digo en mi entrada sobre Westerwelle, se identificaba con los "que ganan bien" era el partido de los empresarios. Desde la entrada de Westerwelle como líder de ese partido, intentó darle un giro y abrir el enfoque no sólo al liberalismo económico, sino también político, interesando con ésto a otros sectores, fundamentalmente jóvenes que no creen en la socialdemocracia ni tampoco buscan un gobierno conservador. La campaña de este año estuvo centrada en el Mittelstand o la clase media, al diversificar su discurso, el partido se convirtió en una opción general y no enfocada a los empresarios o los juniors que "no quieren compartir su riqueza". El partido habló a la empresa familiar, a la familia, al profesionista y también habló a la generalidad al defender las libertades básicas de intromisiones del Estado. Creo yo que esos puntos fueron los que convencieron a un electorado que considera que el Estado Bienestar está quebrado y burocratizado, tanto, que ya no funciona y tiene efectos perversos. La revisión de la economía social de mercado, fundamentalmente en los puntos de salud y educación se antoja imprescindible. La calidad de los servicios de salud deja mucho que desear, la falta de competencia los burocratiza y dan un mal servicio. La educación requiere una reforma y no sólo la introducción de cuotas que se destinan a la remodelación o construcción de enormes edificios. En fin, las propuestas del FDP marcaron una distancia y una diferencia, generalizada, es decir, con intereses generales, frente a la Gran Coalición. La gente no quería una segunda parte de un gobierno combinado. La esquizofrénica campaña de izquierda y la falta de propuestas del SPD provocaron la abstención. A pesar de todo, el porcentaje de votos para Die Linke fué altísimo. El tema social se desplazó hacía el nuevo partido, y el SPD quedó despojado. El Verde, sigue montado en su papel de partido temático, y está bien. Su papel es presionar desde la oposición, o desde el gobierno, sobre los temas ambientales y de integración.
El diario die Zeit hace un análisis sobre quiénes fueron los que votaron por el FDP:
Quién hizo al FDP tan fuerte? Antes sólo los Wessis ricos (alemanes occidentales) votaban por ese partido. Y hoy? Se convierte en un Volkspartei? o llegó ya a su cénit?
Según la Central Electoral Federal, exactamente 6.313.023 personas votaron por el FDP (Zweitstimme o segundo voto). Eso representa una cuota de 6,9. Nunca había obtenido tantos votos. Ningún partido puede contentarse con un aumento como éste de casi el 50% entre 2005 y 2009.
Según los analistas de die Zeit, el típico elector del FDP ya no existe. Hubo, sí, un tiempo en que la clientela del FD era sociológicamente muy clara, acomodada, occidental, masculina. Hoy en día no es tan sencillo ubicar al elector y ello se debe a que el partido se ha apurado a dar cobertura en casi todos los niveles.
Como antes, en el este de Alemania el FDP estuvo un poco más bajo. En Brandenburg y
en Mecklenburg-Vorpommern llegó apenas al 10%, pero hay que decir que por mucho tiempo en ambos estados el partido no había pasado la barrera del 5%. En occidente en cambio, en promedio, obtuvo un 15.4% En Baden-Württemberg (18%), Hessen (16,6) o Schleswig-Holstein (16,3).
En todos los grupos de edad el FDP aumentó. Su grupo más fuerte en 2005 fué en personas de entre 25 y 34. Esta vez sólamente con el grupo de mayores de 60 tuvieron un porcentaje bajo. Su mayor fuerza se concentra en los jóvenes. Los menores de 30 llegaron al 17% y los primerizos también llegaron a un 15%, a pesar de que normalmente no ganen dinero y por lo tanto no se interesen por la política fiscal. Antes, el dominio del SPD eran los primerizos.
El electorado del FDP atraviesa la sociedad. Como antes, normalmente son los independientes quienes votan más FDP (26%) Pero también el voto por el FDP ya no es un tabú entre los trabajadores (13%), los empleados (16%) los jubilados (13%). Inclusive entre los desempleados, llegaron al 8%
El mayor análisis se encuentra en si los votos del FDP fueron votos prestados, del SPD o la Unión o si se trata de una nueva base:
El diario se pregunta si el partido se transformó al principio de su era en la oposición, en 1998 cuando gobernó Schröder, cuando apenas pasó la barrera del 5%. Si se está convirtiendo en un Volkspartei. Si su popularidad se debe a que se perfiló como un partido de protesta burguesa y sobre todo por la insatisfacción que dejó la Gran Coalición?
Tanto la Union como el SPD, perdieron votos con el FDP (Union: 1.100.000; SPD: 430.000), y ambos desean que el éxito sea pasajero. Creen que ahora que esté en el gobierno, se pierda el encanto. En la noche de la elección, durante la Elefantenrunde, se mencionó que los votos del FDP eran prestados, que eran de protesta y no reflejaban el ánimo general. A ello reaccionó Westerwelle diciendo que decir que eran votos prestados era totalmente fuera de lugar, pues los votantes no pertenecen a nadie.
Según die Zeit, la realidad se encuentra entre ambas posturas. A favor de la versión de los Volksparteien habla el hecho de que había una gran inconformidad con la Gran Coalición y no sólo el FD, sino los tres partidos chicos ganaron muchos votos. En todo caso puede afirmarse, dicen, que esta vez no hubo un bono de Gobierno, sino un bono de Oposición. Ésta tendencia que debilitó a los dos partidos de la Gran Coalición, habrá que observarla en las próximas elecciones locales.
La última cuestión es si se trató de una elección personal. Los análisis, cuenta die Zeit, miestran que el jefe del partido demostró mayor popularidad y competencia que en elecciones pasadas. Los rankings personales de Westerwelle lo ubicaron en mucho mejor lugar, durante la 16. legislatura se posicionó en posiciones medias de popularidad. Muchos antes votaban al FDP, a pesar de Westerwelle. Ahora por Westerwelle.
Sin embargo explica el diario que era menos la persona como los contenidos. Ningún partido tuvo calificaicones tan altas sobre su competencia en cuestiones económicas como el FDP. Especialmente la política económica tuvo muy buena aceptación entre los votantes y jugó un importante papel en la decisión. 56% de los primerizos votaron por el FDP por su política económica, mientras que el 32% fueron aquellos que desean que una baja de impuestos.
La cuestión que a los grandes asusta: Se presenta el FDP como un partido de Gobierno?
Die Zeit dice que no puede decirse ahora, pero es cierto que como partido en el gobierno la tendrá más difícil que como partido en la oposición. Es más complicado tener simpatías. El Ministro Presidente de Baviera y líder del CSU, Horst Seehofer, ha advertido que no será benévolo con ellos. "Alemania debe seguir siendo un estado social" dijo. Y los partidos en la oposición tampoco serán fáciles, ya han amenazado con ser una dura oposición y van a limitar el perfil del FDP. Posiblemente la campaña negativa comience cuando el gobierno deba anunciar duras verdades. Y a ello pertenence que el FDP deberá realizar compromisos. La teoría pura que presentó durante los 11 años en que estuvo en la oposición, será ahora puesta a prueba. Por eso inmediatamente después de las elecciones dijo Westerwelle "una reforma fiscal no se logra en cinco días".
La nota es de ZEIT ONLINE. La traducción es mía.
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