martes, 1 de septiembre de 2009

Superdomingo electoral en Alemania


El domingo hubo elecciones en tres estados (Saarland, Sachsen y Thüringen) y comunales en Nord Rhein Westfalen, la Unión obtuvo el mayor número de votos, pero ello no implica el triunfo y es que con un sistema de cinco partidos, el póker para formar gobierno se vuelve cada vez más complicado. Los bandos conformados por el centro-derecha de la Unión (CDU/CSU) y el FDP y el centro-izquierda (SPD y Verde) se han visto sorprendidos por la izquierda no comunista, pero sí más radical que la socialdemocracia de Frank-Walter Steinmeier. El partido conformado apenas en 2004 vivió una jornada excelente, lo que los coloca ya en el tablero, no sólo para formar gobierno en Saarland y en Thüringen, y sus respectivos lugares en el Bundesrat, sino en las elecciones federales. El retorno a la izquierda en los estados de Sachsen y Thüringen resulta difícil de entender, pues Die Linke, el partido de izquierda está en parte conformado por ex-comunistas. Y esos dos estados formaron parte de la RDA. En Sachsen la derecha radical también sigue en escena, y obtuvo el 5.4% de los votos, lo que les da derecho a algunos asientos en el parlamento local y claro, en el Bundesrat o Cámara Alta Federal.
Los barones de la Unión no se hicieron esperar, el domingo por la noche reclamaron a Angela Merkel su falta de pasión -y de campaña- y exigieron que fuera más enérgica. F.W. Steinmeier y Münterfering del SPD por su parte, extrañamente, vieron los resultados como triunfo. Sinceramente no entiendo bien cómo, pues en dos estados Die Linke obtuvo el segundo lugar...
Las dudas sobre qué coalición gobernará los próximos años en esos tres estados, se hacen patentes en la posibilidad de que suceda lo mismo en cuatro semanas, a nivel federal.
Si el SPD logra recuperar...podrá ser que mi querido Oso tenía razón: Große Koalition II (Gran Coalición II)...
Merkel ya advirtió que no cambiará su estilo, y algunos hablan ya del "Merkel-System" pues á la Kohl, Merkel no aparece en las elecciones, para que vean cómo son cuando ella no está...
Por lo pronto los analistas se apuran a descifrar los resultados locales y traspolarlos a los federales, la realidad es que Steinmeier sigue muy por debajo de Angela y que la avanzada de Die Linke poco ayuda al SPD, quien comienza a dudar si debe considerar formar gobierno con ellos...Y eso, atraería votos hacia la derecha. Votos que quizá nunca hubieran salido.
La realidad es que el votante no se comporta igual en una elección federal. Aunque es probable que el SPD sí obtenga mayor número de votos, pues la pérdida que hoy representa son votantes indecisos. La cuestion será quién podrá ganarlos?

EDITORIAL de El País.
Revés para MerkelEl ascenso del partido de Oskar Lafontaine marca las elecciones regionales alemanas
01/09/2009

Aunque ha sido el partido más votado en las elecciones celebradas el pasado domingo en los länder de Sarre, Turingia y Sajonia, la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de la canciller Angela Merkel ha salido políticamente erosionada de estos comicios que se han celebrado a un mes de las elecciones generales.

Sin proyectar mecánicamente los resultados regionales sobre el escenario federal, es indudable que la sorpresa de la jornada electoral la ha dado Die Linke, La Izquierda, una coalición liderada por Oskar Lafontaine, e integrada básicamente por disidentes del SPD y poscomunistas. Con los datos en la mano, La Izquierda puede arrebatar a la CDU, en coalición con el SPD y los Verdes, los Gobiernos de Sarre y Turingia.

El ascenso de La Izquierda puede, sin embargo, crearle una situación complicada a nivel federal al SPD. El sector más moderado de los socialdemócratas sólo aceptaba colaborar con la izquierda radical en el este del país, donde se mantiene un fuerte voto poscomunista, pero era remiso a hacerlo en el oeste. Los resultados en el pequeño e industrial land de Sarre, donde Lafontaine ya fue presidente con el SPD en los años ochenta, pondrán a prueba la capacidad de negociación de la izquierda. Sin embargo, los socialdemócratas son conscientes de que los conservadores aprovecharán cualquier coalición de izquierdas para esgrimir en la campaña el fantasma de una alianza social-comunista.

El candidato del SPD a la cancillería y ministro de Asuntos Exteriores, Frank Steinmeier, dada su escasa popularidad frente a Angela Merkel, recibió el domingo como un balón de oxígeno el retroceso de la CDU. Los resultados regionales le pueden dar el impulso psicológico necesario para lanzar su programa de reformas en el tramo final de la campaña. Pero las encuestas no le auguran un futuro halagüeño.

El ascenso de los liberales del FDP en los tres Estados permitió a su líder, Guido Westerwelle, abogar por una coalición de centro-derecha, la fórmula deseada por Angela Merkel para después de las elecciones del 27 de septiembre. Y es que el escenario político, con cuatro fuerzas en juego, más el comodín de los Verdes, parece propicio a nuevas coaliciones que pongan fin a la Gran Coalición, CDU-SPD, que, sin embargo, ha dado tan buenos resultados a Alemania.

© EL PAÍS

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