miércoles, 8 de septiembre de 2010

Soldaten Sind Mörder!

photos by Horst Faas, Henri Huet, Sal Veder, Rick Merron, Bill Ingraham, John Nance, Nick Ut.

El título de esta entrada es una frase de Kurt Tucholsky de la Glosa Der bewachte Kriegsschauplatz (el vigilado escenario de la guerra), quien la publicó en la revista Die Weltbühne en 1931:
"Da gab es vier Jahre lang ganze Quadratmeilen Landes, auf denen war der Mord obligatorisch, während er eine halbe Stunde davon entfernt ebenso streng verboten war. Sagte ich: Mord? Natürlich Mord. Soldaten sind Mörder.“– Kurt Tucholsky
(Durante cuatro años hubo metros cuadrados de tierra donde el homicidio era obligatorio, mientras que a apenas una media hora de distancia, estaba estrictamente prohibido. Yo dije: Homicidio? naturalmente, homicidio. Los soldados son asesinos.)

Y para festejar la militarización del país, perdón, el BiCentenario, pues qué mejor que ¡¡¡Más Soldados!!! ...qué padre, lástima que no estaré en el país para festejar esto tan único, tan tan... lindo, tan ad hoc tan shalalalá. Creo que a Franco o a Hitler, a Mussolini, o a Pinochet les hubiera fa-sci-na-do un desfile así. Nacionalista y con soldaditos de todos colores, batallones, la guerra imaginaria, toda ella pasando, marchando, alrededor de la Plaza de la Constitución, ¡ay! Deberán saludar al Presidente cuando pasen frente a él?
Ahora mexicanos, no sólo podrán deleitarse al ver su ciudad o los caminos cerca de su ciudad llenos de retenes militares, sin estrategia, sin plan, sin límite de tiempo, sin reglas. Retenes peligrosos, claro, para una buena aventura á la mexicana, si uno se pasa el retén, a diferencia de otros países, los soldados tienen permiso de disparar a los ciudadanos, si se equivocan, no importa! con que pidan disculpas y la CNDH les emita una recomendación "no vuelvas a hacerlo soldado", total, la justicia militar los exonera, es una tarea peligrosa y por eso el Estado mexicano no quiere tocarla.
Y qué se le ocurre al Gobierno Federal para conmemorar a los ya casi 30mil muertos? pues ¡¡claro!! celebrarlo con soldados de todo el mundo, para que veamos que los soldados son asesinos, que ese es su trabajo, matar, y que lo están haciendo bien y esto nos demostrará Calderón, que en cualquier país, no importa la nacionalidad, todos son asesinos.
Ahora, nada más y nada menos que nuestro Presidente, el general de cinco estrellas, Don Felipe Calderón, no sólo ha autorizado la quema de dinero a manos llenas en el Zócalo de la ciudad con foquitos y estelas de luz, cancioncitas cursis y espejitos, también habrá"lounges" muy modernos para que los funcionarios públicos "no mezquinos ni pecadores ni divisores" festejen estos 200 años de libertad y 100 de bienestar social. Porque la Independencia y la Revolución eso trajeron a que no?
Ahora, para completar el festejo, el Presidente nos trae desde 16 países del mundo otras tropas, si amigüito, este 16 de septiembre, no sólo desfilarán los soldados que están apostados fuera de tu casa, los que están allí vigilando ciudadanos, como si fueran enemigos de guerra, esos mismos que asesinaron a los estudiantes del Tec y mintieron, los que mataron a Bryan y Martin y mintieron, los que violaron a la mujer en Zongolica y mintieron, los que dispararon a la familia de Nuevo León hace unos días, etc. etc. etc. no amigüito, este 16 podrás admirar los uniformes y armas de soldados de !toooodo el mundo! Podrás ver a esos soldados que matan en Irak, Afganistán, en el Golfo Pérsico. Apoco no es padrísimo nuestro Gobierno fascista, perdón, federal?

Lo peor, tenemos un Senado con la misma fascinación por los soldados, que en lugar de cuestionar la medida, se queja por la premura. Quisiera yo saber cuándo cuestionará el Congreso la presencia del ejército en las calles realizando tareas de seguridad pública.

Qué no hubiera sido mejor traer a las sinfónicas de esos 16 países? grupos de danza? de teatro? escritores, intelectuales? pero soldados? en serio, soldados?

Cuál habrá sido el criterio para invitarlos? o invitaron a toooodos los ejércitos del mundo, esperando tener en la Ciudad de México una convención de militares?

Qué es lo lindo de ver desfilar batallones de guerra? sobre todo cuando el país está en guerra? Lo mismo hacia Stalin. Así festejaba Honecker.

Y a todo esto, cuánto costara? quién pagará los gastos de traslado y hospedaje? o por preguntona me dirán mezquina y pecadora?


Senado aprueba desfile de tropas extranjeras
Ricardo Gómez y Elena Michel
El Universal
Ciudad de México
Martes 07 de septiembre de 2010

El pleno aprobó la entrada de 16 ejércitos para el desfile militar del próximo 16 de septiembre

No sin críticas por la premura del tiempo, el Senado aprobó la solicitud de permiso del Ejecutivo federal para el ingreso a México de contingentes militares de 16 países que participarán en el desfile militar del próximo 16 de septiembre, con motivo del Bicentenario de la Independencia de México.

El pleno aprobó la entrada de los ejércitos extranjeros por 89 votos a favor, tres en contra y una abstención.

Los ejércitos de Alemania, Argentina, Brasil, Canadá, Chile, China, Colombia, El Salvador, España, Estados Unidos de América, la Federación de Rusia, Francia, Guatemala, Nicaragua, Perú y Venezuela participarán en los festejos del Bicentenario de la independencia de México, en el desfile del próximo 16 de septiembre.

Por el tiempo, debido a que hoy comienza el ingreso de militares de cinco países, se consideró el tema de urgente y obvia resolución, y se dispensaron los trámites por el pleno de la cámara alta.

El senador del PRD Pablo Gómez criticó el procedimiento. Por la premura del tiempo afirmó que el Congreso no está "a la hora del Ejecutivo".

Echó en cara que apenas hoy se dictamine la petición de permiso, ya que hoy mismo está programada la entrada de militares de cinco ejércitos: España, China, Colombia, Rusia y Francia.

Sin embargo, se pronunció porque el Senado apruebe la solicitud.

El vicepresidente del Senado, Francisco Arroyo Vieyra (PRI), informó que el permiso llegó ayer por la noche.

En su turno, el coordinador del PT Ricardo Monreal dijo que es el tercer año consecutivo en que se tramita un permiso a destiempo.

Criticó que desde hace dos meses corrieron las invitaciones a los ejércitos de otros países y apenas hoy se pide permiso.

El presidente de la comisión de Marina, Sebastián Calderón Centeno (PAN), habló a favor del dictamen.

En total participarán 575 efectivos de esos países, que incluyen los festejos del centenario del inicio de la Revolución.

El presidente Felipe Calderón pidió permiso al presidente del Senado, Manlio Fabio Beltrones, coordinador del PRI para que puedan ingresar las tropas extranjeras a México, como lo pide la ley.

La solicitud de permiso aparece publicada hoy en la Gaceta del Senado de la República.

En la petición al Congreso, se informa que la Secretaría de la Defensa Nacional extendió formal invitación a institutos armados de 16 países con la finalidad de que participen en el desfile del próximo 16 de septiembre.

Se alojarán en instalaciones del Colegio Militar y abandonarán territorio nacional entre el 17 y el 20 de septiembre.

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Comparto totalmente la siguiente nota de Lorenzo Córdova:


Derechos y guerra al crimen
Lorenzo Córdova Vianello
El Universal

Miércoles 08 de septiembre de 2010



El fallecimiento de civiles en el contexto del combate al crimen organizado corre el riesgo de convertirse en un componente cotidiano del trágico paisaje que nos está dejando la oleada de violencia que ha azotado al país en los últimos años.

La muerte violenta de una persona ajena a los enfrentamientos es de por sí condenable, con independencia de si es cometida por grupos del crimen organizado o por las fuerzas de seguridad. Pero en este segundo caso, el tema es más complejo porque lo que se pone en cuestión es el eventual abuso de la fuerza que legítimamente se concentra en manos del Estado. Para decirlo de otra manera, en un caso estamos ante un asunto que penalmente se considera un homicidio, en el otro estamos, además, frente a una violación de derechos humanos, es decir, un uso indebido y excesivo de la autoridad pública.

Lo peor es que ante la desbocada crisis de seguridad, y los efectos que sobre la cohesión social provoca, se ha abonado el terreno para justificar como “inevitables” las muertes de inocentes que son abatidas en los fuegos cruzados o por los cada vez más frecuentes errores de las fuerzas del orden. Parecería que los márgenes de exigencia del respeto de los derechos y del uso racional y proporcional de la fuerza por parte de las policías y los militares son cada vez más estrechos y que su transgresión eventualmente puede ser justificada como un mal menor frente a la consecución de un bien superior.

Es cierto que en las semanas recientes, el Presidente ha abandonado la desafortunada expresión de “guerra al narcotráfico” con la que gustó de caracterizar durante los primeros tres años y medio de su gobierno, a la estrategia gubernamental de combate al crimen. Fue un peligroso abuso lingüístico que alimentó una lógica de confrontación, polarización y excepcionalidad en la que era aceptable adoptar e ideas como el que el mismo gobierno usó para justificar las bajas de inocentes: “daños colaterales”. Ésa es una idea y concepto inaceptable en democracia constitucional, pero que hoy es recurrente y parece haberse instalado en el imaginario colectivo como algo natural e inevitable. Seamos claros, nadie pretende que el Estado claudique en perseguir los delitos y confrontar al crimen, pero eso, o bien ocurre en el marco del respeto absoluto de los derechos fundamentales, o bien estamos ante una crisis del Estado mismo (entendido como un Estado constitucional).

La muerte de dos miembros de la familia De León, acontecida el domingo pasado, en la carretera Monterrey-Laredo, a manos de efectivos militares, es el último episodio de una serie de casos de irracional (ab)uso de la fuerza que de ninguna manera puede justificarse y frente a los cuales no debemos perder la capacidad de indignación.

Desafortunadamente, esos casos son los que evidencian de modo dramático lo equivocado de una estrategia unidimensional de confrontar de manera primordial (y prácticamente exclusiva) un fenómeno complejo y multidimensional como lo es el crimen organizado.

Históricamente, las fuerzas armadas mexicanas han demostrado (a diferencia de casi todas sus homólogas latinoamericanas) una profunda vocación institucional. Salvo el lamentable episodio de la “guerra sucia” de los años setenta (que se explica por el sesgo autoritario que caracterizaba el antiguo régimen), su actuación había sido respetuosa de la ley y de la institucionalidad. Ello redundó en el generalizado aprecio social que las investía.

Pero desnaturalizar la función del Ejército al utilizarlo en tareas de policía para las que no está preparado (ni concebido), significa exponerlo a una situación en la que la presencia de abusos y violaciones a derechos humanos de su parte era sólo cosa de tiempo. El problema es que todo ello se traduce, poco a poco, en un gradual y peligroso desprestigio social de las fuerzas armadas que a nadie conviene.

Lejos de lo que podría pensarse en la lógica prevaleciente en muchos de los circuitos gubernamentales, la mejor estrategia para impedir ese desprestigio de nuestra milicia (en tanto no se le saca de las calles) es castigar los abusos, exigir responsabilidades, suprimir el fuero militar y, con ello mandar el mensaje, de que en la defensa de la seguridad pública no todo se vale y el respeto de los derechos es algo intransigible.

Investigador y profesor de la UNAM

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Anoche escuché a Sergio Sarmiento decir que podía entender que soldados mataran a estudiantes por error, pero lo que no podía entender era que el ejército hubiera modificado la escena del crímen... Saludos!

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