La revista Cícero publica en su reciente número un artículito bien interesante escrito por Manfred Güllner, fundador y director de Forsa. En él Güllner explica la crisis existencial que viven los dos grandes partidos alemanes, la CDU y el SPD. Éste tema no es nada nuevo en los análisis políticos y menos de cara a las elecciones federales de septiembre. Lo interesante del articulito es que Güllner explica que la pérdida de votantes clásicos para ambos partidos no se debe a la reciente pérdida de confianza. Los votantes del SPD de Frankfurt o de Hessen por ejemplo, comenzaron a alejarse desde la década de los setenta, mientras que durante los 16 años del gobierno de Kohl, la Unión fué perdiendo votantes paulatinamente.
En la primera elección de Kohl, la de marzo 1983, la Unión obtuvo el 43,1% de los votos, mientras que en la primera elección de Schröder, en septiembre de 1998, la Unión obtuvo 28,5%. Durante la era de Kohl los votantes de la Unión se redujeron en un tercio. Desde entonces, la Unión no ha ganado nuevos estratos, aunque para 2002 Edmund Stoiber lograra inyectar un millón de votantes bávaros de la CSU a la elección federal. Lo cierto es que 2005, Angela Merkel no pudo lograr los números de Kohl en 1998, pues se llevó solamente 26,9% de votos. Merkel no sólamente tuvo menos votos que Stoiber en 2002, sino menos que Kohl en 1998: 17 329 00 contra 16 631 000. Y es esto lo que ahora le echan en cara.
Entonces los llamados desesperados de la Unión culpando a Merkel no son legítimos del todo, aunque si es verdad que desde la formación de la gran coalición entre la CDU/CSU y el SPD, ni la Unión ni el SPD han logrado tener más partidarios. Actualmente, menos de un cuarto de los votantes se imagina dando su voto a la Unión.
Sin embargo, el llamado Bürgerliche Wählerlager, compuesto por los partidos de derecha*(Unión y FDP) no se ha debilitado, pues lo que ha sucedido es que los votantes simplemente votan uno u otro partido, sin que huyan de este grupo de votantes. Las estadísticas más recientes muestran una importante migración de votantes de la Unión al FDP. Sobre todo ahora que la CDU habla de estatización y expropiación, los votantes de éste framento, no huyen de él, sino simplemente se desplazan al otro partido que continúa con la tradición burguesa y con ello, juntos, mantienen una cómoda mayoría.
Güllner pone como ejemplo la reciente elección de Hessen, los votantes no quisieron dar su voto directamente al antipático de Roland Koch del CDU, y lo dieron al FDP para asegurar que se construyera un gobierno de coalición burguesa.
Por el lado de la izquierda la situación es preocupante, pues los tres partidos: SPD, Verde y Linke han perdido votantes, sin que esto signifique que se compensen los números de los otros. Aquí me gustaría preguntarle a Güllner, qué pasa con éstos votantes? A dónde van? dejan de votar o votan partidos nuevos?
Ahora, lo interesante será ver qué tanto suben y se mantienen los números del FDP, --así como los del SPD, pues Guido Westerwelle estaría en condiciones de decidir quién gobierna Alemania los próximos 4 años.
*Después de la guerra los partidos de derecha como la CDU/CSU o el FDP no se autonombran ni se acostumbra nombrarlos como de derecha (evidentemente para separarse de la extrema derecha) y se llaman "bürgerliche Partei o bürgerliche Wählerlager", que en español se traduciría como partido burgués o fragmento burgués de votantes, pero sin la connotación negativa de ésta palabra. A diferencia del SPD que tiene como base los trabajadores, los partidos burgueses tienen como base, eso, los "burgueses capitalistas". Así mismo, después de la guerra y para la conformación de la Asamblea Constituyente, se convocó a los partidos de centro que quedaron: CDU/CSU y SPD. Por ello, ambos se adjudican ser "Die Mitte", el centro, pues de ésta forma se diferencían con la izquierda, representada por el comunismo hasta la caída del muro, y desde hace unos 4 años con Die Linke (formada por los residuos del partido comunista de la RDA y disidentes del SPD). Al adjudicarse éste nuevo partido la izquierda, el SPD ha intentado volver a ganar éste título para no perder votantes. Los Verdes no se llaman así mismo de izquierda, sino más bien progresistas. Para los análisis, y para efectos prácticos, los tres partidos se agrupan en "Linke Wählerlager", fragmento de votantes de izquierda. La derecha está representada en el NPD, partido nacional democrático de Alemania, el cual ha intentado ser prohibído y afortunadamente no cuenta con representantes a nivel federal.
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