Elección Presidencial
Quién debería ganar?
Gesine Schwan!
Por Tanja Dückers
Traducción: Geraldina González de la Vega©
SPD-Kandidatin Gesine Schwan
© Sean Gallup/Getty Images
Ella es más valiente y habla de manera mucho más analítica y piensa mucho más europeo que Horst Köhler. Gesine Schwan como Presidenta Federal sería muy bueno para Alemania, precisamente en estos tiempos. La elección de Presidente Federal viene en tiempos con un significado importante: en un momento en el que de manera incuestionable se trata de presentar estímulos para reflexionar provocativos y abiertos sobre la dirección de la sociedad, la función potencial del Presidente Federal se torna más importante que en otros tiempos. El cargo, es decir, en cuanto a su margen y volúmen de influencia, o dicho de otra forma: su efectividad es mucho más amplia y con menos límites preestablecidos que el de Canciller, lo cual implica grandes oportunidades.
A fin de cuentas es el Presidente Federal un poco de todo: el más alto representantes del Estado, la instancia moral y espiritual del País y el psicólogo de cabecera, Padre, moderador del debate, presentador de ideas con objetivos a largo plazo. El puesto es mucho menos activo que reflexico, es independiente de la disputa diaria de los partidos políticos que el de un o una Canciller y mucho menos orientado a la orden del día diaria de la política que a la tenacidad, exactamente por eso es importante, que ahora, hoc tempore, alguien ocupe este puesto, alguien de quien se espera que presente propuestas político-sociales y un correctivo mental de unidad, para contrarestar la crisis actual.
El papel del Presidente Federal fué en el pasado frecuentemente dirigido de manera aburrida y políticamente correcta por los líderes de los partidos, en lugar de dotarlo de nuevos impulsos vitales. Se ha limitado a sermones, aún en tiempos de crisis económica, moral y social, pero esto no ha sido suficiente. Horst Köhler ha logrado darle al cargo un poco menos de Aura y un poco más de margen de actuación, Schwan es sin duda una persona dinámica con más coraje, es más cosmopolita y, en tiempos difíciles, con más ideas.
Si advierte sobre la posibilidad de peligros sociales debido a la crisis económica y sólo dice, lo que otros políticos no se atreven a decir por su nombre (disturbio social, sistema de competencias desatado), si ella habla de la insuficiencia de las mejoras necesarias de la reintegración de las mujeres en la vida laboral y con ello abatir las predicciones de la crisis demográfica en Alemania, basada en los modelos de familia exitosos escandinavo y francés -Gesine Schwan no es una consoladora que usa del parafraseo, sino una analítica precisa que usa principios de acción concretos.
Así mismo, Schwan relaciona sus enfoques científicos de la filosofía política y las teorías de la democracia, así como cuestiones de psicología política y cultura con contenidos político-económicos y morales, de lo que resulta una mezlca ideal para el cargo de Presidente. Que por definición representa al pueblo y habla por él. De manera mucho más clara que otros políticos ha definido la actual crisis como el resultado de un desarrollo equivocado no sólo de los mercados financieros y para ello se debe replantear la competencias. En una entrevista con el periodista
Christian Geyer (del dominical Frankfurt Allgemeine) habló sobre la relación fatal entre todas las áreas de la sociedad, inclusive la educación, la infiltración de un pensamiento de competencia y el crecimiento recíproco de la falta de solidaridad "la responsabilidad de la totalidad se pierde de vista."
Que muchas veces actúe como Casandra no tiene nada que ver con el nivel de la argumentación. Ya en la antigüedad al portador de malas noticias semánticamente identificada con el contenido de la noticia -un fenómeno bien conocido.
Además, Gesine Schwan apoya todo tipo de cosmopolitismo, el que cualquiera puede desear de un o una Presidente(a) de un país en el centro de Europa: en los últimos tiempos nuestros vecinos de la Europa del Este han sido fatalmente olvidados: desde Berlín se mira hacia Londres, Bruselas o París. Y, también, se ha dejado para después la discusión sobre la posible entrada de Turquía a la Unión Europea o quizá de Ucrania, así como la importante atención para la integración de los últimos cinco años (Rumania y Bulgaria) y de otros países. La reconciliación de Europa y el compromiso avanzado para este proyecto central absoluto, que no ha mostrado resultados satisfactorios a todos los niveles, no debe ser dejado a la sombra de los temas espectaculares.
Ningún otro país en Europa comparte fronteras con tantos países como Alemania, ningún país funge, tanto fáctica como simbólicamente, como puerta al Occidente y al Este como Alemania. Esta centralidad geopolítica requiere de un Presidente que ponga gran atención a los intereses y a las relaciones con Europa Central y del Este. Gesine Schwan, quien habla perfecto el polaco, ha intercedido por el entendimiento entre los europeos orientales y occidentales, como nunca nadie en la UE.
Actualmente, en tiempos en que el nacionalismo aumenta, de nuevas tendencias al particularismo, del odio a lo diferente y el miedo a Europa hay una elección inteligente para el cargo de Presidente Federal, de Presidenta Federal, una política hábil y pro-europea: Gesine Schwan.
Aunque nadie lo diga publicamente porque es muy penoso: pero como siempre la posibilidad de que Gesine Schwan sea electa el 23 de mayo dependen, en realidad, de su género. Entonces: Podrá haber en Alemania dos mujeres a la cabeza, una Canciller y una Presidenta? Allí habrá al menos inconscientemente un reflejo de resistencia. Esperamos que no influyan en el voto.
Elección Presidencial
Quién debería ganar?
Horst Köhler!
Por Matthias Naß
Traducción: Geraldina González de la Vega©
Bundespräsident Horst Köhler
© Sean Gallup/Getty Images
Él es incómodo, como lo prometió en su momento. Él se mezcla en los temas importantes. Y los alemanes confían en él. Horst Köhler se merece un segundo término.
Muy pocos le conocían cuando él fué candidato, hace cinco años para el cargo más alto del Estado. Hoy recibe cerca del 80% de la aprobación, un número poco común para un Presidente Federal. Aún cuando la política Berlín no pueda hacer nada con Köhler, porque de él no surge ningún brillo intelectual, aún cuando Köhler por su parte, poco haga para hacer más intensiva su relación con el Parlamento y los paritods: los ciudadanos estiman a su Jefe de Estado. No quieren ningún tipo claro, que hable directa y abiertamente. Por qué no podría él continuar su trabajo?
Quizá parte de la popularidad de Köhler sea que se despega del típico político. Hizo su carrera como funcionario, presidente de las cajas de ahorro y jefe del FMI. Algunos le han echado en cara el ser populista: que Köhler ha alimentado los prejuicios contra el funcionamiento político, en lugar de enfrentarse. En realidad él nunca se ha molestado en paticipar en una campaña electoral, el es una persona que proviene de otro sector; Angela Merkel y Guido Westerwelle han unido fuerzas para elevarlo al cargo más alto de Alemania.
Él quiere estar abierto, en caso de ser necesario, también incómodamente, dijo en 2004. Y se lo ha cumplido. Hasta el fastidio ha exigido la "Reforma Alemana", para descubrir que este país todavía tiene una voluntad de cambio, como le parecía ya desde hace seis años. Su insistencia, quizá necia, en sus discursos ("a la Cosa!") ha desaparecido. Pero todavía propone los cambios. Ha mencionado como los grandes temas de su segundo mandato: el envejecimiento de la comunidad, la cuestión social mundial y el modelo de crecimiento actual. Sobre todo el último punto es su favorito: "la política no debe ser dependiente del crecimiento", dijo Köhler, el crecimiento no debe ser el fundador básico de la paz de una sociedad.
Hasta ahora no ha logrado con sus discursos provocar un gran debate social. Pero siempre coloca los temas correctos en la orden del día. Quien lo escuche, sabe que para él la cosa es seria. Este Presidente Federal quiere cambiar algo- quizá más de lo que su cargo le permite.
Por ello no está de más, que en una de las crisis económicas más severas desde la fundación de la República Federal Alemana quien ocupe el Castillo Bellevue sea un economista, cuyo entendimiento sobre el tema es indiscutible tanto en el interior como en el exterior del país. Quizá Köhler ha sido demasiado tiempo calificado como neoliberal, él mismo no permite ser clasificado con los radicales del mercado. En su discurso berlinés (Berliner Rede) del 24 de marzo pasado, reprochó duramente a los responsables de la crisis financiera y económica. "La libertad de reservarse los mejores lugares, no es una prerrogativa" dijo a los jefes de bancos y empresas. Y añadió "la libertad sin límites lleva a la destrucción. El mercado requiere de reglas y moral".
También eso puede ser clasificado como un discurso populista. Pero no es tan sencillo con Köhler el moralista. Él impulsa la cuestión de la decencia y la justicia, también más allá de nuestras fronteras. África es para él una piedra de toque. Una que otra vez ha repetido la frase que se ha convertido en la más representativa de su periodo: "para mí se decide la Humanidad en el destino de África".
Aún después de cinco años en el cargo, el Presidente Federal sigue siendo un hombre reservado. Un conversador arrebatador no va a ser nunca. Sin embargo son los temas los importantes, los que él sigue con total energía y gran seriedad. Los ciudadanos confían en él. Eso es quizá no poco, en tiempos tan turbulentos como los actuales, en los que muchos tienen cada vez mayor miedo al futuro. No hay ninguna razón para no reelegir a Horst Köhler. El cargo está con él en buenas manos.
Dossier en Die Zeit sobre las elecciones
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Mi opinión: parece ser que al final del día la elección se enfoca en los temas que ambos candidatos ponen y han puesto sobre la mesa. Pues ambos alegatos apelan más a ellos, que a las personalidades. Schwan es definitivamente una personalidad polémica y política, Köhl es un tipo reservado y diplomático. La importancia que da Schwan al tema europeo me parece una cualidad importante, sin embargo temo que su tendencia política divide a la sociedad alemana y se confrontaría permanentemente con el gobierno, sobre todo en caso de que Merkel ganara un segundo periodo, pues representan dos partidos y por consiguiente, dos ideologías distintas. A pesar de que Merkel es una conservadora moderada, Schwan ha mostrado ser una socialista más radical y a querer poner sobre la mesa temas que sí, deben ser discutidos, pero no desde la Jefatura de Estado que en Alemania es tradicionalmente un cargo simbólico, como lo es la Reina de Inglaterra.
Aunque debería yo de agregar que quizá Alemania está ya preparada para darle a su Jefe de Estado un rol á la francesa y con ello dinamizar el debate político. No lo sé.
La balanza está también a favor de Köhler, quien ha ejecutado su cargo de una manera tradicional, y representa para los alemanes esa figura paterna de unidad y confianza. No por nada tiene un 80% de aprobación entre los ciudadanos. Köhler interviene para calmar, para aleccionar, para desearnos feliz navidad o para comunicar por qué ha decidido disolver el Bundestag, pero en cualquiera de éstos casos el Presidente ha cumplido con su función de representante de la unidad y de los valores fundamentales de Alemania, Köhler es el protector de la Ley Fundamental, es la cara al exterior y la calma al interior. No reelgirlo significaría una dura sentencia contra su primer periodo y no considero que lo merezca. Köhler siempre ha aparecido como un hombre serio, sereno y comprometido con la totalidad, con el pueblo en general, ha procurado representar los valores y no las ideologías ---aunque sí, su formación y su orígen tiendan al neoliberalismo--. Cualidades que no encuentro en Gesine Schwan y que considero indispensables para ejercer el cargo de Jefe de Estado, representante del pueblo alemán -todo.
Contrario a Tanja Dückers considero que el género no es un contra para Gesine Schwan, creo que Alemania está lista para tener una Presidenta Y una Canciller, con esto no quiero decir que en Alemania no exista discriminación de género -es sabido que es uno de los países de la UE con peores condiciones laborales para las mujeres, por ejemplo- pero en este caso no percibo una discriminación contra Schwan, su problema es que ha demostrado ser demasido política, cargada hacia una ideología y en consecuencia muy poco diplomática, y me parece que eso es lo que no gusta a los alemanes: las mujeres perico. Y no es cuestión machista, a mi tampoco me gusta para Jefa de Estado una persona -hombre o mujer- que provoca con su discurso de manera permanente sin presentar soluciones, debería de apellidarse Papagei y no Schwan (alemán Schwan quiere decir cisne).
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