Un excelente perfil de Angela Merkel por Lluís Bassets de El País:
"La actual campaña, tal como la plantea Merkel, parece destinada a una silenciosa ocupación del centro del escenario, en una especie de ejercicio de hipnosis destinado a adormecer al electorado para que vote mecánicamente a quien ha conducido el país durante los últimos cuatro años con bastante buena fortuna y cuenta con un prestigio y una imagen internacionales que hacen inútil aventurar otras alternativas. Ella no quiere ni sabe jugar en los extremos y menos todavía en los márgenes. Lo suyo es la mitad del campo. Vale para su país, su Gobierno, su partido e incluso para su propia posición política personal. Merkel es física de profesión, pero la virtud que mejor ha desarrollado pertenece al mundo de la química, de la que es catedrático su marido, Joachim Sauer: es una mujer política con mucha valencia, concepto que define la capacidad de los elementos químicos de combinarse con los otros.
Y esa es la carta decisiva que está jugando en estas elecciones: ningún otro candidato, ningún otro partido tienen mayores márgenes. La definición de su primera opción de Gobierno, una coalición con los liberales del FDP, contiene también un mensaje subrepticio de reafirmación de su firme emplazamiento en el centro: ocupo la posición medular del campo político y puedo coaligarme ahora con unos, ahora con otros. Excepto con Die Linke , claro; esa Izquierda tan útil ahora como partido maldito y como espantajo, y que constituye también el exacto contrapunto a su posición política y a su mentalidad ideológica. La formación de Oskar Lafontaine y Gregor Gysi es el partido del gasto, la crítica acerba, los duros valores y las propuestas radicales pertenecientes al mundo de las ideologías, el siglo XX en realidad, mientras que el suyo es el partido del pragmatismo, la capacidad de consenso y coalición. La propuesta de Merkel sustituye la ideología por la topografía política, en la que es la posición en el arco político la que determina el contenido de los programas y no lo contrario.
...el respeto por las instituciones y procedimientos, su cultura del consenso y su alergia hacia la polarización, la acercan en cambio a Obama y a su apuesta por una democracia deliberativa, en la que la discusión y la argumentación, con la convicción racional como momento final, son los complementos imprescindibles de las urnas."
"La actual campaña, tal como la plantea Merkel, parece destinada a una silenciosa ocupación del centro del escenario, en una especie de ejercicio de hipnosis destinado a adormecer al electorado para que vote mecánicamente a quien ha conducido el país durante los últimos cuatro años con bastante buena fortuna y cuenta con un prestigio y una imagen internacionales que hacen inútil aventurar otras alternativas. Ella no quiere ni sabe jugar en los extremos y menos todavía en los márgenes. Lo suyo es la mitad del campo. Vale para su país, su Gobierno, su partido e incluso para su propia posición política personal. Merkel es física de profesión, pero la virtud que mejor ha desarrollado pertenece al mundo de la química, de la que es catedrático su marido, Joachim Sauer: es una mujer política con mucha valencia, concepto que define la capacidad de los elementos químicos de combinarse con los otros.
Y esa es la carta decisiva que está jugando en estas elecciones: ningún otro candidato, ningún otro partido tienen mayores márgenes. La definición de su primera opción de Gobierno, una coalición con los liberales del FDP, contiene también un mensaje subrepticio de reafirmación de su firme emplazamiento en el centro: ocupo la posición medular del campo político y puedo coaligarme ahora con unos, ahora con otros. Excepto con Die Linke , claro; esa Izquierda tan útil ahora como partido maldito y como espantajo, y que constituye también el exacto contrapunto a su posición política y a su mentalidad ideológica. La formación de Oskar Lafontaine y Gregor Gysi es el partido del gasto, la crítica acerba, los duros valores y las propuestas radicales pertenecientes al mundo de las ideologías, el siglo XX en realidad, mientras que el suyo es el partido del pragmatismo, la capacidad de consenso y coalición. La propuesta de Merkel sustituye la ideología por la topografía política, en la que es la posición en el arco político la que determina el contenido de los programas y no lo contrario.
...el respeto por las instituciones y procedimientos, su cultura del consenso y su alergia hacia la polarización, la acercan en cambio a Obama y a su apuesta por una democracia deliberativa, en la que la discusión y la argumentación, con la convicción racional como momento final, son los complementos imprescindibles de las urnas."
Completo aquí
The Economist hace un largo análisis en Germany´s Election: A change of partners? los alemanes no buscan cambiar de dirección y previene una Gran Coalición II.
y la revista Times resalta la todavía existente división alemana en Germany´s Election: Divided they Stand
Ambos artículos resaltan la crisis que atraviesa Alemania, no sólo desde el punto de vista económico, sino también generacional y social.
1 comentarios:
Bassets no lo dice, pero a esta mujer le hace falta carisma y profundidad intelectual.
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