martes, 22 de diciembre de 2009

Familias Arcoiris #matrimoniodf un estudio en EEUU

Un Estudio de los Estados Unidos:
Un Estudio de la American Psychological Association demuestra que las parejas gay son tan estables y felices como las parejas heterosexuales, con el “inconveniente” de que no poderlas formalizar y ser víctimas del rechazo y la discriminación.
El estudio demuestra que la mayoría de los gays y lesbianas están comprometidos en relaciones. Por ejemplo, los datos muestran que entre el 40% y el 60% de los hombres gay y entre el 45% y el 80% de las lesbianas están involucradas en una relación sentimental. Con datos del Censo de los Estados Unidos de 2000, se muestra que de 5.5 millones de parejas que estaban viviendo juntas, pero no casadas, 1 en 9 (594,391) estaba formada por parejas del mismo sexo. A pesar de que el censo no tomó en cuenta el número actual de parejas del mismo sexo, indicó que 301,026 de los hogares eran llevados por dos hombres y 293,365, por dos mujeres.
A pesar de la evidencia bastante persuasiva de que los homosexuales se comprometen en relaciones sentimentales, existen tres cuestiones que son normalmente presentadas:
1) Las relaciones de homosexuales son por lo general disfuncionales e infelices. Muy al contrario, como lo demuestran estudios en que se han comparado bajo medidas estandarizadas de cualidad con parejas heterosexuales (por ejemplo satisfación y compromiso): se encontró que las parejas homosexuales y las heterosexuales son equivalentes.
2) Una segunda cuestión es que las relaciones entre gays o lesbianas tienden a ser inestables. Los estudios indican que a pesar del clima social hostil en que esas relaciones se desenvuelven, muchas lesbianas y gays han formado relaciones durables. Por ejemplo, los datos muestran que han durado 10 años o más entre 18% y 28% de parejas gay y entre 8% y 21 % de parejas de lesbianas. También se ha especulado que la estabilidad de las parejas del mismo sexo sería favorecida si recibieran el mismo nivel de apoyo social y el reconocimiento público, tal y como lo reciben las parejas heterosexuales.
3) La tercera cuestión es que en los procesos que afectan la salud y la permanencia de las relaciones homosexuales son diferentes que aquellos que afectan a las relaciones heterosexuales. De hecho, el estudio ha encontrado que los factores que predicen la satisfacción, el compromiso y la estabilidad son idénticos en ambos tipos de parejas.

Desde 1975, expertos en psicología y psiquiatría han aceptado que la homosexualidad no es ni una enfermedad mental ni es un síntoma de una enfermedad mental (Conger, 1975).
Sin embargo, hay un creciente reconocimiento de que los prejuicios sociales, la discriminación y la violencia contra las lesbianas, los gays y los bisexuales tiene una cuenta acumulativa en la salud de esas personas. Los investigadores usan el término “estres de minoría” para referirse a los efectos negativos asociadios con las condiciones sociales adversas que enfrentan y experimentan los individuos que pertenecen a un grupo social estigmatizado (por ejemplo los viejos, los miembros de minorías de raciales o étnicas, los discapacitados, las mujeres, los pobres o quienes viven de la beneficiencia, los individuos que son homo o bisexuales).

La estabilidad y el compromiso de una pareja homosexual depende también del entorno en el que vive.

Me parece ilustrativo reproducir los resolutivos del estudio de la APA:

La APA ha establecido una política para deplorar todo tipo de discriminación pública o privada contra personas gay o lesbianas y hace un llamado a rechazar cualquier discriminación legal contra personas del grupo LGTB
La discriminación y el prejuicio basado en la orientación sexual afecta la salud mental y física, así como el bienestar social y económico de las personas.

Investigaciones antropológicas realizadas en hogares, relaciones de parentesco y familias a través de diversas culturas y a lo largo del tiempo, no apoyan la idea de que la civilización o el orden social viable dependan de el matrimonio como una institución exlusivamente heterosexual (American Anthropological Association, 2004).
Los estudios psicológicos realizados a las relaciones y parejas no arrojan evidencia alguna para justificar la discriminación en contra de parejas homosexuales.
La institución del matrimonio civil confiere un estatus social y beneficios legales importantes, derechos y privilegios.
A las parejas homosexuals les es negado el acceso igual al matrimonio civil.
A las parejas homosexuales que entran a una unión civil les es normalmente negado el acceso a los mismos beneficios, derechos y privilegios que se otorgan a los matrimonios (depende del país)
Los beneficios, derechos y privilegios asociados a las parejas de hecho no son disponibles de forma universal y no son iguales a aquellos asociados al matrimonio y son raramente accesibles.
Las personas que sufren discriminación basada en la edad, la raza, etnicidad, discapacidad, género o identidad de género, religión y estatus socioeconómico deberían de beneficiarse específicamente del acceso al matrimonio civil.

Por ello, la APA reconoce que es injusto y discriminatorio que se niegue a las parejas homosexuales el acceso al matrimonio civil y a todos los beneficios, derechos y privilegios que conlleva. La APA se opone a la discriminación legal de las parejas homosexuales. La APA anima a los psicólogos para eliminar toda discriminación contra las parejas homosexuales en su práctica, investigación, educación y entrenamiento. La APA proporcionará fuentes científicas y educativas para informar al público y las políticas públicas en materia de orientación sexual y matrimonio.

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