Miedo al matrimonio gay
Por: Genaro Lozano
NUEVA YORK.- Hay personas que sueñan con casarse toda su vida. Quienes planean una boda casi desde que son niño@s y cuya identidad se mueve en torno a esta idea. Hay otras personas a quienes les da pavor el compromiso. Las novias que dejan plantado a su prometido en el altar y los novios que no llegan al Registro Civil.
Estas personas le tienen miedo al matrimonio. Algo similar está ocurriendo con quienes están argumentando en contra del matrimonio para parejas del mismo sexo que discute en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).
Este debate está estancado en la ALDF. Los diputados del PAN argumentan su rechazo con las ideas de siempre: “el matrimonio es una institución de ‘naturaleza’ heterosexual, reservada para un hombre y una mujer” y “la función del matrimonio es la procreación” – desconociendo a los matrimonios heterosexuales sin descendencia y que la inseminación artificial puede ser el mejor amigo de una pareja lésbica.
Sin embargo, los voceros del conservadurismo, incluidos algunos panistas, perredistas y priistas, ahora argumentan que el matrimonio es tan fundamental que requiere “una amplia discusión”, “un sometimiento a las urnas para que la gente decida”, “una nueva revisión porque la iniciativa porque no es sólida”. Quienes se dicen más liberales y progresistas ahora dicen que la iniciativa “legaliza la discriminación al permitir el matrimonio y prohibir la adopción” y temen una “reacción sin igual en los estados de la República”, como sucedió con las leyes antiaborto. Las voces que se dicen más “compasivas” dicen temer una explosión de la violencia en contra de la gente lésbico-gay-bisexual.-transgénero (LGBT).
Miedo al matrimonio mal justificado. Si bien es cierto que varios activistas LGBT mexicanos, e irónicamente los panistas, parecen estar hablando sobre España, que en el 2006 se convirtió en el primer país del mundo en legalizar el matrimonio para parejas del mismo sexo en un santiamén y con el derecho de adopción incluido, lo cierto es que España es una excepción a la regla que se explica así de forma reduccionista: Zapatero pudo porque Aznar lo precedió. Sin embargo, la mayoría de los países que ha legalizado las uniones civiles y los matrimonios para parejas del mismo sexo lo ha hecho de forma pausada, con candados a la adopción.
Así pasaron las uniones civiles sin derecho de adopción en Dinamarca (1989), Noruega (1993) Suecia y Groenlandia(1994), Islandia (1996), Francia y Canadá (1999), Alemania (2001), etc. En el estado de Coahuila, México, el PRI aprobó en 2006 un Pacto Civil de Solidaridad que contiene ya una prohibición explícita y discriminatoria a las adopciones en su artículo 385-7.
En cuanto al matrimonio sin adopción el caso se dio en Holanda (2000) y en Bélgica (2003). Ambos países aprobaron el matrimonio con un candado a la adopción que fue retirado en el 2003 y en el 2006, respectivamente. Aprobar el matrimonio sin adopción es claramente paradójico y discriminatorio, pero es un paso estratégico y de ello escribiré el viernes en mi blog aquí en El Universal.
En cuanto a la violencia homofóbica, los argumentos son una falacia. La violencia y los crímenes por homofobia son ya una realidad en México. El periodista Fernando del Collado y la Comisión Ciudadana contra Crímenes por Homofobia pueden detallar cuántas personas LGBT han muerto en México desde 1995. El matrimonio para parejas del mismo sexo no se asocia con más violencia homofóbica en ningún lado donde ha sido aprobado. Para detener esos crímenes se necesita una ley federal contra crímenes por homofobia, que el Presidente Calderón firme ya el decreto para crear un día nacional contra la homofobia y fortalecer al CONAPRED.
La reacción conservadora en los estados es una posibilidad real. México es un sistema federal y quienes estudiamos los movimientos sociales sabemos que a toda acción corresponde una reacción. Sin embargo, el movimiento LGBT mexicano ha sobrevivido enfermedades, batallas y hasta sus divisiones internas. Una ola conservadora significaría, como ha significado en EU, más trabajo y un momento de unidad y no de división para Enoé Uranga, David Razú, el Obispo Raúl Vera, Gloria Careaga, David Sánchez Camacho , LolKin y todas las personas, homo, hetero, religiosas, ateas, jóvenes y ancianas que apoyan la expansión de los derechos LGBT.
Finalmente argumentar que la gente decida no es viable ni recomendable. En México no existe el referéndum y como dijera Emilio Álvarez Icaza, los derechos humanos y civiles no deben estar sujetos a las mayorías. Si darle el voto a las mujeres se hubiese sometido a votación, tal vez ellas no podrían votar hoy. Si los campos de concentración nazi hubiesen sido sometidos a votación en 1942, los alemanes probablemente los hubieran mantenido. Las democracias deben precisamente proteger a las minorías de las mayorías.
El autor es Maestro en Ciencia Política y coautor del libro “Same Sex Marriage in the Americas”, a publicarse en breve por la Universidad de Illinois y por Lexington Books.
En El Universal:
http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/46694.html
miércoles, 16 de diciembre de 2009
Miedo al matrimonio gay #yoapoyomatrimgay
Publicado por
Geraldina GV
Etiquetas:
#yoapoyomatrimgay,
derechos humanos,
justicia,
LGBTI,
liberalismo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario