viernes, 19 de marzo de 2010

Ruta por México IV (Tlaxacala y Cacaxtla)

La carretera entre Puebla y Tlaxcala

No.

El camino entre Puebla y Tlaxcala es verdaderamente lamentable, no sólo porque no se trate de una carretera, sino porque la "calle" está completamente llena de baches y topes, digamoslo mejor: la calle tiene excepcionalmente pedazos de pavimento. La distancia entre las dos ciudades es realmente corta -afortunadamente- menos de 100kms pero hicimos alrededor de 1 hora. Como les platiqué en la Ruta II, el hotel de Puebla nos recomendó a un estupendo guía de turistas: Gerardo Vázquez* Y fué él quien nos llevó a Tlaxcala y a Cacaxtla. Llegamos a la Ciudad de Tlaxcala, el día estaba nublado y frío. Nuestro hotel, Hotel Posada San Francisco, se encontraba exactamente a un lado del Palacio de Gobierno, frente al zócalo.



Llegamos a hacer el check-in, el hotel es muy bonito y la atención muy buena. Lástima que la comida no es muy buena y que el General, Secretario de Seguridad Pública de Tlaxcala gusta de desayunar ahí con su equipo SWAT.
Después de acomodarnos, salimos a caminar por la Plaza de la Constitución, al rededor por los arcos, y llegamos al Palacio de Gobierno. Allí pudimos ver los preciosos murales de Desiderio Hernández Xochitiotzin, quien acaba de fallecer apenas en septiembre de 2007. El muralista tlaxcalteca inició en febrero de 1957, a propuesta del gobernador de Tlaxcala Joaquín Cisneros Fernández, las pinturas que adornan los muros del Palacio. En ellos Hernández Xochitiotzin cuenta la historia de México, desde el punto de vista de Tlaxcala. Son verdaderamente bellos y expresivos. Aquí algunas de mis fotografías:












En abril de 2006 el Congreso de Tlaxcala determinó otorgarle una pensión económica además de concederle el título honorífico de «embajador de la cultura tlaxcalteca».

Mientras admirábamos los murales, comenzó un chaparrón, por lo que corrimos de regreso al hotel. Tuvimos que comer allí, pues no paraba de llover. Desafortunadamente, la lluvia no cesó en todo el día, por lo que lo poquito que pudimos ver de Tlaxcala fué esto:











A la mañana siguiente Gerardo pasó por nosotros en punto de las 10 para llevarnos a Cacaxtla. El camino también algo complicado. En el camino, Gerardo nos platicó un poco sobre Cacaxtla, nos contó que el nombre proviene de la palabra náhuatl cacaxtli o cacaxtle, que se refiere a los canastos de viaje que usaban los mercaderes para transportar sus mercancias. Por ello, se podría presumir que los habitantes de Cacaxtla serían comerciantes. Entramos a la zona arqueológica que evidentemente está bajo el cuidado del INAH, yo pensaba que se trataba solamente de algunos restos de pinturas murales y no de una pirámide como la que encontramos:


Lo que sigue lo tomo de Wikipedia, pues mi memoria no da para tanto:
Se cree que Cacaxtla fue capital del pueblo Olmeca-Xicalanca lo cual sugiere que cacaxtla pudiera existir desde los primeros pobladores, posiblemente descendientes de los olmecas o de los mayas que llegaron a la región central de México provenientes de la costa del Golfo de México o de la Península de Yucatán alrededor del año 400. Casi nada se sabía sobre los olmeca-xicalancas; el término fue por primera vez mencionado, por el historiador tlaxcalteca Diego Muñoz Camargo a finales del siglo XVI, cuando describió a Cacaxtla como el principal asentamiento de los olmecas. Sin embargo, muchos arqueólogos, consideran que la cultura olmeca finalizó alrededor del año 400 a. C., unos 800 años antes.
Siguiendo la caída de la cercana Cholula (ver entrada sobre sus Iglesias aquí), aproximadamente en el año 600, en la que los cacaxtlecas debieron estar involucrados, la ciudad se convirtió en el poder hegemónico de esta parte del valle de Puebla-Tlaxcala. Su ascendencia llegó a su fin alrededor del año 900 y ya por el 1000, la ciudad fue abandonada.
Cacaxtla era una fortificación en la que alrededor se construyeron fosos amplios y profundos que sirvieron como trampas para defenderse del enemigo. También levantaron murallas de tierra que utilizaron como puntos estratégicos de protección. Foraron pequeñas piramides sobre las que edificaron adoratorios.Una de las características de Cacaxtla es que sus construcciones se componían de un pórtico al frente y un pequeño recinto en la parte posterior.












Cacaxtla fue uno de los más importantes hallazgos arqueológicos del siglo XX por sus testimonios de confluencias mayas, teotihuacanas, mixtecas, zapotecas y nahuatlacas, además de su impresionante conjunto mural, uno de los más extensos y en mejor estado de conservación de toda Mesoamérica.















En los murales se observan batallas y guerreros. Los arqueólogos piensan que se trata de una sangrienta batalla entre los guerreros águila y los guerreros jaguar que pertenecían a distintos pueblos. En las pinturas se puede observar que fueron los jaguar quienes triunfaron, En una de las imágenes se observa al guerrero jaguar con un pie encima del águila, apuntándole con su lanza en señal de represión. Las otras pinturas se presenta a detalle la imagen de cada guerrero, representadas víboras (emplumada para el águila y con piel de jaguar). En los murales se pueden observar una gran variedad de símbolos relacionados con el agua y la fertilidad. Aquí pueden observar más fotos y leer una explicación del conjunto y sus murales. Es verdaderamente impresionante que la pintura de esos murales se haya conservado a través de tantos siglos, evidentemente mis fotografías fueron tomadas sin flash. Vale la pena visitarlos.

Saliendo de ahí había un puestito de quesadillas con tortillas recién hechas, huitlacoche y nopalitos frescos. Una delicia. Sucumbimos ante la tentación, mexicanos y alemanes. Un manjar.
De ahí mi mamá pidió a Gerardo que nos llevara a Santa Ana, Chiautempan, a 5 km. del centro de Tlaxcala (gracias a Eleazar Guevara por la corrección) a comprar suéteres de lana, una travesía. Llegamos todos de mal humor y mi mamá un poco apenada pues no estaba nada cerca y lo peor es que los caminos, seguían teniendo poco pavimento... Lo bueno fué que llegamos y conseguimos los famosos suéteres, tejidos a mano con lana limpia, es decir, no son de esos que pican tanto que quieres hasta brincar. Los precios son impresionantes. Los hombres como siempre, hicieron cara de puchero y esperaron afuera, por eso se quedaron sin su suéter de lana, que tan agusto nos cubrió del fríazo tlaxcalteca.




Regresamos a la Ciudad de Tlaxcala a comer, comimos en un restorán en los arcos en donde nos atendieron excelente. La gente en Tlaxcala amabilísima a donde quiera que fuimos. Comí ahí un huarache con nopalitos y chorizo, quesito fresco, cebollita, crema y frijolitos, bueno todavía sueño con él. Después de comer nos fuimos a dar una vueltita por el mercadito que estaba en la plaza contigüa al Zócalo. Compramos algunos recuerditos y volvimos al hotel, después de Cacaxtla quedamos rendidos! Al otro día Gerardo pasó por nosotros para volver a la estación 4 poniente de Puebla y tomar nuestro autobús de regreso al D.F. En el traqueteado camino mi suegro dijo, el domingo que esté ya en Alemania, voy a tomar el coche y correr a 180km/hr en la Autobahn! Y es que "uno no se da cuenta de lo que tiene, hasta que lo pierde" el dicho aplica también para caminitos y autobahnes.







De una cosa estoy segura, regreso a Tlaxcala. Bellísima. Fué una lástima no poderla visitar por el clima. Pero sirve como un excelente pretexto para volver...

**Gerardo Vázquez es guía de turistas especializado en zonas coloniales y prehispánicas. Da tours en español, inglés y francés, y como nos platicó se prepara para darlos en alemán. Nos llevó a Cholula, a Tlaxacala y Cacaxtla, que platicaré en otra entrada. Él vive en Puebla y lo localizas por teléfono al 044+2223068801 o vía mail en gvastorga@yahoo.com

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, el lugar en dónde compró los suéteres de lana, fue Santa Ana, Chiautempan, a 5 km. del centro de Tlaxcala. Me dí cuenta por las fotos que tomó.

Saludos

Eleazar Guevara

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